JURÍDICO ARGENTINA
Doctrina
Título:La mediación como método pacífico de resolución de conflictos después de los Acuerdos de Paz en El Salvador
Autor:Mondragón Hernández, Clovis Yeral
País:
El Salvador
Publicación:Revista de Negociación, Mediación, Conciliación y Métodos RAD - Número 14 - Abril 2019
Fecha:25-04-2019 Cita:IJ-DCCXXXIX-957
Índice Voces
Sumarios

El presente artículo tiene como objetivo principal el análisis de la Mediación en El Salvador, después de los Acuerdos de Paz en Chapultepec México, que pusieron fin a doce años de guerra civil en El Salvador. El análisis pasa por describir la violencia social que se incrementó en la primera década de los acuerdos de paz, quedando al descubierto la violencia, directa, estructural y cultural, colocándonos como uno de los países más violentos del hemisferio. Ante ese panorama sombrío, la sociedad y las instituciones de Gobierno, junto con la cooperación internacional, desarrollaron programas, encaminados a reducir la mora judicial, producto del incremento de la violencia social; para ello, se hizo necesario generar estrategias encaminadas a cambiar esa cultura social del litigio, por una cultura de paz que nos permitiese resolver los conflictos desde una perspectiva diferente a la de la confrontación o litigio. Conceptualizamos la Mediación, el conflicto y la violencia, la primera para determinar sus características y el conflicto y la violencia para conocer su manifestación; determinamos sus características esenciales y establecimos el desarrollo de la mediación como método de resolución de conflictos en las instituciones de gobierno. En este análisis, pudimos establecer cuantitativamente los casos atendidos en el más grande centro de Mediación en la Procuraduría General de la República, comprobando que funciona la actividad mediadora en las diferentes unidades de atención, aunque resaltando que la gran debilidad para una mejor evolución de la Mediación como método de resolución de conflictos, es el escaso presupuesto asignado para su funcionamiento y la falta de iniciativa de las autoridades para apoyar y promover capacitaciones en el recurso humano


1. Introducción
2. Mediación, Conflicto y violencia: características en El Salvador
3. Algunas instituciones surgidas para el control de la violencia social
4. Consideraciones finales
5. Bibliografía

La mediación como método pacífico de resolución de conflictos después de los Acuerdos de Paz en El Salvador

Por Clovis Yeral Mondragón Hernández [1]

1. Introducción [arriba] 

La presente investigación tiene por objeto el análisis de la evolución y funcionamiento de la Mediación como método pacífico de resolución de conflictos, después de la firma de los acuerdos de Paz en El Salvador, acuerdos que fueron firmados el 16 de enero de 1992 y que pusieron fin a la guerra civil entre la Guerrilla del Frente Farabundo Martí (FMLN) y el ejército de la República de El Salvador; así también, analizaremos cómo la Mediación ha contribuido para fomentar una cultura de paz en la sociedad salvadoreña. La importancia de este estudio radica en los índices de violencia que existen en nuestro país y que lo sitúan entre uno de los países más violentos de América Latina; por lo que nuestro análisis comprenderá del periodo de 1993, hasta el año 2018, conforme al artículo publicado por José Miguel Cruz “La construcción social de la violencia en El Salvador de la Post Guerra” (CRUZ, 2003). Se señala que el tema alarmante para la población, después de los acuerdos de paz, pasó a ser la violencia delincuencial. En este artículo, aparece una encuesta del instituto de opinión Universitaria de la Universidad Centro americana José Simeón Cañas (UCA), cuyo resultado señala que a un año de los acuerdos de paz, el 90 % de los salvadoreños manifestaban que la violencia social había pasado a ser el mayor problema de la población. En el año de 1993, más de la tercera parte de los hogares urbanos ya habían sufrido algún hecho de violencia social; también, se refiere a un estudio del Banco interamericano de Desarrollo (BID), que a mediados de los años noventa, El Salvador había tenido una tasa de homicidios superior a 100 homicidios por cada 100 mil habitantes, superior a los índices de Colombia en esa época, que andaba en 80 homicidios por cada cien mil habitantes. Con estos datos preocupantes, era preciso reaccionar ante el aumento de la violencia, atacando las causas que dieron origen a esa violencia estructural, aplicando nuevas formas de solución pacífica de los conflictos sociales y fomentando una cultura de paz.

El presente artículo está estructurado en dos partes: en la primera, definiremos conceptualmente la Mediación, la violencia y el conflicto, caracterizando el fenómeno de la violencia y las causas probables de este fenómeno social en El Salvador; en la segunda, analizaremos algunas instituciones que surgieron de los acuerdos de paz y que implementaron la Mediación como método pacífico de solución de controversias y como alternativa a las conductas sociales de confrontación. Examinaremos las características principales de la Mediación en El Salvador, evaluando su desarrollo y su estado actual. En la última parte, señalaremos las conclusiones y recomendaciones.

2. Mediación, Conflicto y violencia: características en El Salvador [arriba] 

La mediación como alternativa a la resolución de conflictos (TAYLOR, pág. 27, 1992) se define como “el proceso mediante el cual los participantes, junto a la asistencia de una persona o personas neutrales, aíslan sistemáticamente los problemas en disputa con el objeto de encontrar opciones, considerando alternativas, para llegar a un acuerdo mutuo que se ajuste a sus necesidades”. Sin embargo, el papel fundamental de la Mediación en El Salvador nace institucionalmente, casi catorce años después de la firma de los acuerdos de paz, como veremos más adelante en este artículo. La Mediación en El Salvador nace como necesidad de resolver un problema de saturación de procesos judiciales, a raíz de los crecientes índices de violencia social; se presenta así un programa impulsado por la cooperación internacional, que pretende fomentar la cultura de paz en la sociedad; en este sentido, se focaliza tanto en la solución de la mora judicial y la forma de transformar a los individuos orientándolos hacia otras formas de enfrentar los problemas, ya que estos generan en las personas reacciones que deben ser canalizadas por medio de métodos diferentes al litigio, como la Mediación, Conciliación, Arbitraje, diálogo y Negociación.

Para el matemático y Sociólogo Johan Galtung,

[…] los conflictos aparecen como una constante en la vida de la humanidad. Son, como afirma este autor, inherentes a todos los sistemas vivos. En cuanto portadores de objetivos, en algunas etapas de la historia, fueron como la fuerza motriz que contribuye a generar verdaderos cambios en provecho del hombre, pero en otras, trascendiéndose a sí mismos convirtiéndose en violencia (meta conflictos) condujeron hacia la deshumanización absoluta. […]. (Citado por CALDERÓN CONCHA, pág. 61, 2009).

Con el fin del conflicto armado y la firma de los acuerdos de paz, en El Salvador, callaron los cañones de guerra y se abrió una esperanza de la reconstrucción del tejido social y se dio inicio al trabajo de unificar y pacificar una sociedad con problemas estructurales profundos, a la búsqueda de solución a la violencia, apareció en todas las agendas de los gobiernos posteriores a 1992, como bien lo señala el maestro Johan Galtung (citado por Concha, 2009), al referirse al conflicto como generador de cambios en beneficio de la sociedad. Fue preciso un tratamiento adecuado de los conflictos para fomentar una cultura de paz en todos los niveles de la sociedad. El conflicto, para el maestro Raúl Calvo Soler, en su libro “El mapeo de los conflictos” (pág. 41, 2014), se define como “una relación de interdependencia entre dos o más actores cada uno de los cuales percibe que sus objetivos son incompatibles con el de los otros actores (conflicto percibido) o no percibiéndolo, los hechos de la realidad generan dicha incompatibilidad (conflicto real)”.

En este concepto, Soler (pág. 42, 2014) identifica al conflicto como un fenómeno con tres características: 1) el conflicto es un tipo de relación entre dos o más actores, excluye la posibilidad de un conflicto con un solo actor; 2) cada uno de estos actores tiene una relación de interdependencia con los demás en lo que respecta a la consecución de sus objetivos. La interdependencia supone que la satisfacción de los objetivos de uno de los actores está relacionado con el comportamiento del otro actor; 3) los actores de esta relación de interdependencia perciben y/o los hechos lo corroboran, que sus objetivos son totalmente incompatibles.

En forma similar Folberg y Taylor (pág. 38, 1992), en su libro “Mediación, Resolución de conflictos sin litigio”, divide en dos categorías: “los conflictos, intrapersonales son los que surgen en el interior de un individuo, e interpersonales, señala el autor que en el caso de la Mediación, está dirigida a los conflictos interpersonales o sea las situaciones que ocurren entre individuos”. Así también, estos autores diferencian el conflicto de la desavenencia y señalan que “desavenencia es un conflicto que se comunica o se manifiesta y un conflicto puede no llegar a ser una desavenencia, si no se comunica a alguien de forma de incompatibilidad percibida o de reclamación”. La sociedad salvadoreña pasó de un conflicto violento hacia la paz y después de una violencia generalizada, a la paz, por medio de métodos pacíficos de resolución de conflictos como la Mediación.

Johan Galtung habla de tres tipos de violencia: violencia directa, violencia estructural y violencia cultural. La violencia directa: “es la violencia manifiesta, es el aspecto más evidente de la violencia; su manifestación puede ser por lo general física, verbal o psicológica”; este tipo de violencia se incrementó en El Salvador, en casi toda la década de los años noventa, hasta el año 2003; violencia intrafamiliar, violencia entre vecinos, violencia delincuencial, violencia escolar, etc., (CRUZ, pág. 1151, 2003); violencia estructural, “los mismos que gobiernan las sociedades, los Estados y el mundo, se trata de la violencia intrínseca a los sistemas sociales, políticos y económicos, su relación con la violencia directa es proporcional como la parte del iceberg que se encuentra sumergida en el agua”; y la violencia Cultural “son aquellos aspectos de la cultura en el ámbito simbólico de nuestra experiencia (materializado en la religión e ideología, lengua y arte, ciencias empíricas y ciencias formales-lógico-matemáticas-símbolos: cruces, medallas, medias lunas, banderas, himnos, desfiles militares, etc.), que pueden utilizarse para legitimar la violencia directa o estructural (GALTUNG, 2003, citado por CONCHA. pág. 75, 2009).

Cruz (2003), en la parte de su resumen, señala como causas de la violencia estructural en El Salvador, la desigualdad socioeconómica, la historia de la construcción del Estado Salvadoreño, y lo que se ha denominado cultura de la violencia; esta violencia estructural fue la base para la guerra civil, el aprendizaje universal de la violencia, la circulación de armas y las venganzas diferidas; ello junto con otros factores, como la desintegración familiar, la debilidad institucional, el consumo de alcohol y drogas, llevaron a El Salvador a ser uno de los países más violentos del hemisferio.

Calderón Concha (2009, pág. 75) cita las palabras del maestro Johan Galtung, mencionando la gran complejidad de los problemas, peligros y oportunidades que emergen de la violencia, en general, y de la guerra, en particular, que requiere de respuestas igualmente complejas y multidimensionales. Galtung propone la reconstrucción, tras la violencia directa, reconciliación (de las partes en conflicto) y más que nunca, la resolución (del conflicto subyacente). Hay que aclarar que la violencia en El Salvador, no es una violencia aislada u ocasional; el país ya era un país violento aún antes de la Guerra Civil; después de la posguerra, se incrementó la violencia social, debido a la facilidad para obtener armas de fuego; se incrementaron los hechos de violencia doméstica, el consumo de drogas entre los jóvenes, la desintegración de la familia, etc. El desarrollo del conflicto social en El Salvador era difícil de explicar y se tomó la decisión de orientarlo, por medio de métodos alternos, que permitieran adoptar una cultura de paz. La Mediación se inicia como instrumento de paz en la primera década del siglo veintiuno; los métodos alternativos de solución de controversias eran la respuesta para un cambio de estrategia en el combate a la violencia, la mora judicial que generó el colapso de la tramitación de procesos y la saturación de internos en los centros penales, que se vieron sobre poblados, en muchos casos, por delitos menores que podrían ser resueltos por medio de la Mediación o conciliación.

3. Algunas instituciones surgidas para el control de la violencia social [arriba] 

En la búsqueda de la paz, los acuerdos de Chapultepec, México, sentaron las bases para la creación de dos instituciones importantes para la transición hacia una sociedad sin conflicto armado: la Policía Nacional Civil y la Procuraduría para la defensa de los Derechos Humanos. A esta última, se le dio la atribución constitucional de velar por el cumplimiento y la defensa de los derechos fundamentales de la sociedad salvadoreña. Nace como Ministerio Público con el Decreto Legislativo Nº 183 del 20 de febrero de 1992, publicado en el diario oficial Nº 45, Tomo 314 del 6 de marzo de 1992.

Conforme al proyecto de Mediación de la Agencia de los Estados Unidos para el desarrollo (USAID), en el año 2003, surge la unidad de Mediación de la Procuraduría General de la República, como una unidad especializada. Es hasta el año 2004 a 2005, que se crea la Coordinación Nacional de Mediación y se formula su marco teórico para el desarrollo de la mediación de la Procuraduría General de la República a nivel nacional. En el año 2006, se certifica el proceso de Mediación, mediante el sistema de calidad institucional ISO 9000, en los municipios de San Salvador, Santa Tecla y Apopa. De acuerdo al informe anual de la coordinación de Mediación de la Procuraduría General del año 2016, a mayo del 2017, el proceso para el servicio al usuario de la Mediación conlleva tres etapas: a) la pre-mediación, que implica una entrevista para tomar la información que permite determinar si el caso debe pasar o no al proceso de mediación; b) la información, se le informa del lugar y la forma donde será prestado el servicio de mediación; y c) la derivación, si el conflicto no es mediable, se le orienta a la persona a pasar a otra unidad.

En el año 2016 a 2017, se atendieron a nivel nacional, 8807 casos, en San Salvador (capital), solo el 11,70 % fue derivado a otras instancias; en el área de familia, en ese periodo 2016 a mayo 2017 ,fueron atendidos 2044 casos, seguido por el área de alimentos con 841 casos y reconocimiento voluntario de hijos e hijas 385 casos; en los años 2017 a 2018, se atendieron a nivel nacional, 8670 casos entre mediación y conciliación, de los cuales 1590 casos solo en la ciudad capital San Salvador, seguida por el municipio de Apopa, con 852 casos y la ciudad de Santa Ana, con 699 casos; en la Unidad de Familia, fueron atendidos 3065 casos; en materia patrimonial, se atendieron 3372 casos, de 4763 casos, solo 3746 llegaron a un acuerdo, 877 no llegaron a ningún acuerdo; a nivel nacional, de junio de 2017 a mayo del 2018, se atendieron 2130 casos familiares, 1751 casos patrimoniales y 817 convivencia, el 44,72 % es de naturaleza familiar y 36,79% de naturaleza patrimonial y 17,5% de convivencia; estos datos están en la memoria de labores de la Procuraduría General de la República de 2017 a mayo de 2018.

Con la entrada en vigencia del nuevo Código Procesal Penal, en el año 2011, la Fiscalía General de la República adquiere el rol principal como promotora de la acción penal y obedece al llamado judicial de colaborar en la disminución de los procesos judiciales. Es así como, en este año, la Fiscalía General de la República incorpora la Mediación como salida alterna al proceso y reconocimiento de los centros de Mediación y Conciliación de la Fiscalía General de la República (FGR, 2018).

En el año 2016, comienza a funcionar la oficina de Resolución Alterna de Conflictos (OARC) del órgano Judicial de El Salvador. El órgano judicial, en su sitio de Internet, ofrece una justicia más “humana”, potenciando el diálogo entre las partes en conflicto. Con ese objetivo, se crea esta oficina, que tiene entre sus principales características, la confidencialidad, la neutralidad y la gratuidad de los servicios brindados (CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, 2019).

Veamos rápidamente cómo se accede al servicio de Mediación o Conciliación. A diferencia de otras legislaciones, existe una forma derivada, que es la que realiza el juzgado que conoce del proceso (o sea ya existe previamente una demanda admitida), por invitación personal de la Oficina ORAC, facilita el acuerdo hacia la Mediación y Conciliación. Mediante el acercamiento directo, las partes acuden al ORAC a solicitar el servicio de Mediación o Conciliación. Cabe destacar que el proceso debe estar judicializado para poder acceder a una resolución alterna del conflicto y puede serlo en las siguientes materias: civil, mercantil, tránsito y penal; de ello, dependerá la competencia que se ejerza en las sedes judiciales donde la ORAC desempeñe su función. El acuerdo debe ser autorizado por el juez, es voluntario y puede ser con asistencia de un abogado o no.

En el año 2017, se crearon los Centros Integrados de Mediación en varias universidades del país, cuyo certificado es otorgado por la Procuraduría General de la República, así también existen Centros de Mediación Comunitaria en las Alcaldías de San Salvador, pero las mismas han sido abandonadas por falta de presupuesto.

4. Consideraciones finales [arriba] 

Considerando los elevados índices de violencia en la sociedad salvadoreña, después de los acuerdos de paz, cabe considerar los problemas estructurales que se han acrecentado, producto de las desigualdades sociales y una pésima distribución de la riqueza, por lo que era urgente la creación de vínculos de paz entre las instituciones y la sociedad. Al mismo tiempo, comenzaban a surgir corrientes que predicaban una alternativa para fomentar en la sociedad una cultura de paz. Es así como comienzan a surgir nuevas instituciones para incorporar alternativas a los conflictos sociales, ya que la administración de la justicia estaba saturada por la acumulación de procesos en los tribunales; se fortalecieron las instituciones ya existentes, desarrollando en su interior nuevas modalidades para el tratamiento de la violencia. En ese sentido, se generaron políticas públicas para dinamizar y modernizar el sector justicia; se incorporaron instrumentos de pacificación social en todos los niveles de gobierno, organismos de cooperación como la USAID que se involucraron para atacar la violencia por medio de la trasformación de la consciencia y fomentar el acercamiento a una cultura de paz.

¿Cómo el desarrollo de la Mediación contribuyó para bajar los índices de la violencia social?

La respuesta a esta pregunta está en las estadísticas presentadas por la Procuraduría General de la República: solo del año 2016 a mayo de 2018, se atendieron más de veinte mil casos a nivel nacional, aunque no se recolectaron datos de muchos más que se atendieron en la Fiscalía General de la República, en los Centros Integrados en algunas universidades a nivel nacional, en la Oficina de Resolución alternativa de conflictos del órgano Judicial y en las Alcaldías como Mediación Comunitaria.

Se debe inferir que estos funcionan en la medida de sus posibilidades financieras, pese a que en algunos casos, las oficinas se encuentran abandonadas por falta de presupuesto o por falta de atención institucional, tengo la seguridad que se puede generar un nuevo esfuerzo, con ayuda de la cooperación internacional, con la cooperación del Estado y elaborando políticas públicas adecuadas. Es oportuno manifestar que la Mediación precisa de una recomposición en las diferentes instituciones del Estado, especialmente en la Procuraduría General de la República, cuya administración actual ha descuidado los esfuerzos para reorientar y fortalecer el Centro de Mediación.

Se recomienda a estos efectos, celebrar convenios internacionales con instituciones exitosas en el tratamiento de los métodos pacíficos de resolución de conflictos, a efectos de mantener una capacitación constante en los recursos humanos. Para ello, es preciso el intercambio entre profesionales especializados en el área de los métodos de alternativos de Resolución de conflictos, lo que permitirá fortalecer los centros de mediación, el monitoreo y la evaluación constante de la calidad profesional de los mediadores; permitirá inferir la metodología para la aplicación correcta de las técnicas de la mediación, elevando el presupuesto en las diferentes instituciones para fortalecer la Mediación y permitir al ciudadano la información sobre cómo acceder a una justicia más expedita y económicamente más viable.

5. Bibliografía [arriba] 

BARUCH BUSCH, R. A.; FOLGER, J. P. La promesa de mediación. 1º ed. (reimp.) Buenos Aires: Granica, 2008.

CALDERÓN CONCHA, Percy. Teoría de conflictos de Johan Galtung. Revista Paz y Conflictos - RPC, Nº 2, 2009. Disponible en: .

CRUZ, José Miguel. La construcción social de la violencia en El Salvador de la posguerra. Estudios Centroamericanos (ECA) 58 (661-662), 2003. Disponible en: .

FGR. El Salvador. Escuela de Capacitación Fiscal. Derechos Reservados. Formación Inicial, Continua y Especializada. Colonia Lomas de San Francisco, Calle 3 #20, San Salvador. 2018. Disponible en: .

FOLBERG Y TAYLOR. Mediación: Resolución de conflictos sin Litigio, México, D.F.: Editorial Limusa S.A., 1992.

REPÚBLICA DE EL SALVADOR. Órgano Judicial. Corte Suprema de Justicia. Centro de Gobierno, San Salvador, El Salvador C. A. 
Palacio Judicial. 2019. Disponible en: .

SOLER, Raúl Calvo. Mapeo de conflictos: Técnica para la exploración de los conflictos. Barcelona, España: Editorial Gedisa S.A., 2014.

 

 

[1] Maestrando en Sistemas de Resolución de Conflictos por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora - AR. Especialista en Gestión Pública Municipal por la Universidad Federal de Santa María, RS, Brasil. Graduado en Ciencias Jurídicas por la Universidad Tecnológica de El Salvador.