El femicidio y la cuestión de género
Aspectos sociológicos, históricos e institucionales
María Cristina Zeballos de Sisto
Los Estados deben condenar la violencia contra la mujer.
Y, no invocar ninguna costumbre, tradición o consideración religiosa para eludir su obligación de procurar eliminarla.
Convención de Belem Do Para
1. Una introducción al tema [arriba]
Antes de adentrarme en el marco legal nacional e internacional de la cuestión de género y evaluar fundamentalmente los derechos de las mujeres, frente al grave flagelo que supone el femicidio, resulta imprescindible mirar el inconsciente colectivo que hace a esta temática.
Hoy se sabe que merece un tratamiento especial la llamada violencia de género y el tipo penal conocido como feminicidio. El tema es complejo. En diciembre de 2013 Eduardo Galeano decía:
Hay criminales que proclaman tan campantes la maté porque era mía, así no más, como si fuera cosa de sentido común y justo de toda justicia y derecho de propiedad privada, que hace al hombre dueño de la mujer.
Pero ninguno, ninguno, ni el más macho de los supermachos tiene la valentía de confesar la maté por miedo, porque al fin y al cabo el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo…[1]
Casi no me animo a profundizar esta cuestión no quiero llamar a las malas ondas. Fíjese el lector que hasta existe un tipo penal propio: el femicidio o feminicidio. Que tiene que ver con el asesinato de mujeres producto de la violencia, el maltrato físico, las descalificaciones, las humillaciones, las artimañas y las torturas que se puede llegar a sufrir por el sólo hecho de ser una mujer. Los protagonistas o autores de estos homicidios suelen ser hombres que fueron parejas de las víctimas. También pueden ser sus novios, esposos o ex maridos. O, cualquier hombre que se crea con derechos sobre ellas. Sobre nosotras, me incluyo…
Es que abordar la dolorosa cuestión del femicidio es hablar de la muerte violenta de una mujer en razón de su naturaleza, de su condición, de su feminidad. Estos castigos y muertes suelen llevarlos a cabo los varones. En especial los hombres que conviven con ellas. Los que se consideran sus dueños. Argentina sufre hoy una verdadera epidemia. Generalmente estos delitos quedan impunes. Tiene el país una media de un homicidio femenino por día motivado en violencia de género. Esta cifra se ha elevado en los últimos tiempos. ¿Cuántos niños quedan sin madre?
1.1. ¿Por qué se cometen?
El fenómeno es complejo. Lo que ocurre es que ellos, los varones, creen tener un derecho absoluto sobre las mujeres, sus pensamientos y sus cuerpos. Espacialmente sus cuerpos para ser usados sexualmente. No admiten que la mujer tenga su propia vida. Esto ocurre en todos los ámbitos. En mi intento de explicar esta dolorosa cuestión recordé la leyenda mitológica de Laurel que describe un femicidio en tiempos casi homéricos. Es esta:
…relata que la ninfa Dafne (Laurel en griego), hija del dios-río Pireo juró no casarse jamás. El relato comienza cuando ella huye a las montañas para escapar del acoso del dios Apolo. El dios insiste y persigue. Ante la persistencia y la agresividad del dios la ninfa Dafne (Laurel) pidió ayuda a Zeus.
En el momento de la mayor agresión, por parte del acosador, Zeus -el Dios máximo del Olimpo- escuchó su suplica y transformó a la ninfa en un árbol con hojas aromáticas -las que se emplean cuando se quiere dar gusto a un buen estofado-.
Imagine el lector o la lectora la escena: el acoso y un cuerpo grácil y bello transformándose lentamente en un árbol. Cuenta la mitología greco/romana que Apolo quedó desconsolado por perder a su amada -esto lo hacen todos los femicidas-. Para consolarse cortó algunas ramas del nuevo árbol y se las colocó en su cabeza para formar una corona.
Así convirtió al laurel en el árbol sagrado que corona a los triunfadores y a Laurel en una víctima más de la violencia de género.
Por el triunfo de Apolo sobre Dafne (Laurel) es que se corona al dios con una tiara de laureles. Es el símbolo con el que se representa a los dioses del Olimpo, asociándolos con los ganadores.
Si el lector/a busca en Internet se va a encontrar con un grupo escultórico de Gian Lorenzo Bernini donde aparece Apolo coronado con la corona de laureles que presagia la metamorfosis de la Ninfa. Ella está representada durante el proceso de transformación. Si se lo observa se va a descubrir que sus brazos están tomando ya la forma de ramas mientras huye e implora a Zeus que la rescate.
Cuantas mujeres habrán muerto implorando y pidiendo ayuda[2].
Es por esta leyenda mitológica es que intuyo que el laurel debería ser visto como un símbolo contra el femicidio. Y, no como el símbolo de los triunfadores. Hasta nuestro escudo está orlado de laureles ¿No lo visualizan de esta manera estimados lector y lectora?
Empero, sin titubeos entiendo que la violencia que sufren las mujeres tiene que ver con un inconsciente remoto gestado cuando los Homo sapiens comienzan a dar los primeros pasos para abrir la puerta a la gran aventura de la humanidad. En esos arcaicos tiempos el único vínculo estable se daba entre las madres y sus crías: la maternidad resultaba cierta y evidente y la paternidad siempre, incierta. Se mantenía oculta. Había que asignarla. Es por ello que los sapiens, viviendo en sociedad, en las primeras épocas fueron inventando repuestas un poco autoritarias con algo de violencia y otro poco de magia para asignar la paternidad difusa. Es que la paternidad difusa generaba mucha incertidumbre en los varones de las primeras hordas incertidumbre que se mantiene hasta hoy. Es por esta inseguridad en la filiación es que los humanos fueron inventando una serie de tabúes sobre las mujeres que llegan hasta este siglo XXI. A pesar de que hoy todo se manipula y la identidad paterna se conoce rápidamente, el estigma de la asignación del parentesco masculino es una sombra que acecha a las mujeres de cualquier edad.
Miremos en el Génesis, allí se revela el envidioso anhelo patriarcal de apoderarse de la capacidad creativa y gestora de la mujer y se presenta a Eva naciendo de la costilla de Adán. Cuando la realidad es que los mamíferos nacen de las entrañas de sus madres.
El historiador Yuval Noah Harari en su increíble best seller De animales a dioses se pregunta: ¿qué tienen de tan bueno los hombres que les permitió evolucionar a partir de los neandertales? Esa pregunta también me la formulé en 1992 cuando se estaba iniciando el paradigma ambiental y asumí el desafío de enseñar Ecología Humana a estudiantes de psicopedagogía en la Universidad de Belgrano. Para salvar las dudas publiqué un libro colectivo con un título muy sugestivo para la época: Sociedades Humanas y Equilibrio Ecológico[3]. Allí al igual que el autor contemporáneo no encontré ninguna razón biológica para justificar la opresión que desde la revolución agrícola vienen sufriendo las Féminas sapiens. (Cabe recordar la revolución agrícola que se dio hace unos 30.000 años).
Para explicar esa opresión se han elaborado distintas teorías. Algunos la justifican tomando como base la potencia muscular de los machos de la especie humana, otros plantean la existencia de un gen patriarcal dominante. Las primeras feministas niegan todo y recuerdan que inicialmente desde lo social existió un predominio de las mujeres por su función evidente de ser la única de dadora de la vida. Fueron los tiempos de las Diosas Madres[4].
Según Simone de Beauvoir los primitivos ignoraban la participación del padre en la procreación de los hijos. Muchos consideraban que estos eran la reencarnación de larvas ancestrales... Nada que ver con el hoy en el que todo se sabe y todo se manipula.
La madre evidente y necesaria para el nacimiento de los hijos, es quien conserva y nutre el germen en su seno, y por lo tanto la vida del clan se propaga en el mundo visible únicamente por su intermedio...[5]
Conviene aclarar que el prestigio social y religioso de las féminas no se basaba en el dominio y el sojuzgamiento del otro sexo. Por el contrario…
...El predominio político -afirmaba Lévi-Strasus- se mantiene en los machos…
Sucede que en un régimen matriarcal la mujer ocupa una posición muy alta[6].
Creo que fue durante los primeros tiempos de la revolución agrícola cuando se abrieron caminos para nuevos descubrimientos. En ese momento comienzan a domesticarse los primeros animales, se crían perros y se utilizan los primeros rumiantes, todo lo cual permitió a los hombres observar el ritmo de la reproducción y descubrir que existe una cooperación entre los machos y las mujeres para iniciar la gestación[7].
Entre los nómades la procreación no parece otra cosa que un accidente y las riquezas del suelo continúan ignoradas… Pero el agricultor admira el misterio de la fecundidad que se expande a los surcos y en el vientre materno… La esterilidad fue para ellos el peor castigo.
Luego a partir de esos hallazgos la magia de la mujer cae. En un comienzo fueron vistas como las dadoras de la vida. Ya no será ese ser extraordinario que engendra a su prole por sí sola, necesitará para el imaginario social la colaboración masculina. Como las revelaciones parece que la realizaron los pueblos pastores es que en las hordas pastoriles nómades donde inicialmente se asumen las formas más despóticas de patriarcado.
Aquí se presentará un gran problema que se convertirá en una verdadera carga social para nosotras: la colaboración masculina en el acto de la procreación permanece oculta. Esto es muy importante. Así se inventaron una serien de mecanismo y ceremonias sociales para asegurar la paternidad difusa. Pareciera que el dicho popular que dice madre hay una sola padres a patadas (a montones) es cierto[8].
...se produce la primera gran revolución ideológica que conoce la humanidad: la sustitución de la filiación uterina por la asignación de la paternidad. Desde entonces la mujer quedará relegada al rango de madre, nodriza, sirvienta y prostituta.
Se exalta la soberanía del padre, los hijos le pertenecen, se incorporan a su clan, él tiene todos derechos y los trasmite. Y se afianzan las pautas sociales para asegurar la paternidad borrosa. Una de ellas es la virginidad femenina previa al matrimonio (no la masculina). Asimismo se revaloriza al primogénito. Se castigan con penas muy severas el adulterio femenino y se organiza la opresión jurídica de la mujer. El mundo será desde entonces de reyes y no de reinas. El estigma llegó hasta casi nuestra época ya que en la Argentina del siglo XIX el adulterio femenino estaba penado por el art. 118 del Código Penal, pero fue derogado por ley 24.453 del año 1995[9].
Este cambio de paradigma que se dio en tiempos de la domesticación agrícola tendrá también efecto en las relaciones eco-socio-sistémicas: la tierra como las mujeres estarán para ser dominadas y domesticadas. Así llegamos al hoy a las crisis ecológicas en la que estamos inmersos. Y, a la oleada de femicidios que preocupa a nuestra sociedad. Estarán relacionadas unas con otras. No lo sé.
¿Las mujeres están para ser domesticadas? ¿El sistema patriarcal se ha basado en mitos infundados y no biológicos? Cuantas preguntas que esperan unas respuestas más o menos claras.
1.2. Cuestiones semánticas: ¿Femicidio o feminicidio? ¿Género o sexo?
Las voces femicidio o feminicidio son nuevas. La primera fue acuñada por primera vez en el año 1970 por Diana Russell para luego ser adoptada en México, país que padece este flagelo desde hace tiempo. Se discute si corresponde hablar de femicidio o feminicidio. La mexicana Marcela Lagarde apadrina el vocablo femicidio. Vocablo que adopto en este ensayo y que se utiliza generalmente en Argentina[10].
Marcela Largarde acuñó después otro concepto de “feminicidio” como el acto: de matar a una mujer solo por el hecho de su pertenencia al sexo femenino, confiriéndole también un significado político con el propósito de denunciar la falta de respuesta del Estado en estos casos y el incumplimiento de sus obligaciones de garantía.
El concepto de género y sexo también merece una aclaración. Daría la sensación que al hablar de sexo se entra en una categoría biológica. En cambio el género resulta ser una construcción social.
2. Algunas miradas para entender el fenómeno del femicidio [arriba]
2.1. Fechas emblemáticas
Como una forma de marcar los tiempos algunas fechas representan verdaderos hitos para el imaginario colectivo cuando se quiere analizar el doloroso tema del femicidio. Así el 25 de noviembre fue declarado como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer en memoria de las hermanas Mirabal que murieron en esa fecha durante la dictadura de Trujillol en la República Dominicana.
En Argentina conmemoramos El ni una menos. A la manera de un reclamo colectivo que nació en el mes de junio del año 2015. Fue un grito liderado por los movimientos feministas. Lamentablemente apareció acompañado de otra cuestión: la legalización del aborto. Tema que por una cuestión de conciencia debería dejarse al fuero interno de cada individuo. Con severos programas de educación para la paternidad y la maternidad responsables.
2.2. La violencia contra la mujer en América Latina
Nuestra región aparece hoy como una de las zonas del mundo más violentas para las mujeres. Así surge de un el informe de ONU Mujeres y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Cabe preguntar: ¿Por qué?
Se suele afirmar que determinados parámetros culturales muy arraigados promueven esas reacciones masculinas. Un patriarcado fuerte y las mujeres que desean mayor libertad. ¿La mujer que trabaja y gana más que su pareja es candidata a algún tipo de violencia? ¿El acceso a la educación de niveles más elevados no es tolerado por los varones? Pareciera que sí.
¿Nosotras educamos varones que no admiten la igualdad entre los hombres y las mujeres?
3. El marco legal internacional que hace al derecho humano de las mujeres y a no violencia basada en la igualdad de género [arriba]
En los últimos doscientos cincuenta años se ha ido creando un novedoso andamiaje legal que ha consolidado distintos aspectos que apuntan a los derechos de las personas en general y las mujeres en particular. Después aparecerá la igualdad de género.
Para entender el proceso hay que introducirse en los siguientes instrumentos internacionales y caminar nuevamente por la historia. Primero habría que mirar el Acta de la Independencia de los Estados Unidos (1776) donde se dispuso en el Preámbulo que: todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables… En ese entonces lamentablemente quedaron a fuera los negros y las mujeres. Para el caso de las mujeres ellas estarían involucradas en un criterio más amplio el de Hombre.
Tendría que saltar de continente para encontrar en la misma época la Revolución Francesa de 1789. Allí se descubre la Declaración de los Derechos del Hombre y de los Ciudadanos dada en Asamblea Constituyente. Las dos declaraciones están hermanadas. En ambos documentos la igualdad se concede a los hombres en general. ¿Se supone que involucra a todo el género humano? Esto fue criticado muchos años después por las feministas que prefieren marcar los derechos específicos de las mujeres[11].
En los últimos doscientos cincuenta años se ha ido creando un novedoso andamiaje legal que ha fue consolidado distintos aspectos que apunta a la igualdad de género. Para entenderlo hay que introducirse en los siguientes instrumentos internacionales:
a. La Declaración Americana de Derechos y Obligaciones del Hombre (Bogotá - 1948). Aprobada en la Novena Conferencia Internacional Americana Bogotá, Colombia, 1948
Terminada la segunda guerra mundial, en 1948, los Estados Americanos se reunieron en Bogotá. Allí se firmó la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. En esta declaración, como es habitual, se supone que involucra a todas las personas y no se hace distingo entre hombre y mujeres. Empero cabe mencionar que en el Artículo 6, de este documento, se consagra el derecho a la constitución y a la protección de la familia. Así aclara que:
Toda persona tiene derecho a constituir familia, elemento fundamental de la sociedad, y a recibir protección para ella.
En el artículo siguiente consagra derechos que involucra directamente a las mujeres al proteger la maternidad. Textualmente dice:
Artículo 7 – Derecho de protección a la maternidad y a la infancia. Toda mujer en estado de gravidez o en época de lactancia, así como todo niño, tienen derecho a protección, cuidados y ayuda especiales.
Toda persona tiene derecho a constituir familia, elemento fundamental de la sociedad, y a recibir protección para ella.
b. La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer.
Esta convención es conocida como "Convención de Belem do Para". Firmada Ciudad de Belem do Para, Brasil, el nueve de junio de mil novecientos noventa y cuatro.
c. Declaración sobre el Femicidio del Mecanismo de Seguimiento de la Convención Belém Do Pará (MESECVI)
Aquí también se define el tipo penal. Lo describe simplemente como la muerte violenta de una mujer en razón de su género.
d. Declaración sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer. Dada durante el 85ª periodo de sesiones el 20 de diciembre de 1993 en el ámbito de las Naciones Unidas.
Este documento la tipifica en su artículo 1º como:
todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.
Sin duda estamos dentro del amplio campo de los Derechos Humanos. De esta manera se ha entendido en México. País donde se están dando situaciones alarmantes. Se puede consulta documento presentado en el año 2005 en la Cámara de Diputados Federal [12] (Urbanos y Rurales) 43-70, El Colegio de México, 2004.
4. Los femicidios en Argentina [arriba]
En nuestro país siempre ha existido un grado importante de violencia sobre las mujeres. Pero el tema se está acelerando o los medios de comunicación se interesan mucho más sobre este tema. En el año 2013 hubo un femicidio cada 30 horas en la Argentina. La cifra se mantiene y se aceleró en el 2017. Así surge de un informe presentado por la Casa del Encuentro. Ella registró, ese año, 295 asesinatos de mujeres víctimas de la violencia de género; unos 400 chicos quedaron sin madre.
Desde lo legal en Argentina se intenta mejorar las cosas, ya que el 14 de noviembre de 2012 se aprobó la Ley N° 26.791 que modifica el Código Penal para introducir la figura del femicidio o feminicidio[13].
Prevé una pena de reclusión o prisión perpetua, para quien matare a su ascendiente, descendiente, cónyuge o a la persona con quien mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no violencia.
Aquí se adoptó la motivación por: odio de género, orientación sexual, identidad de género o su expresión.
Recuerda cuando laves unas hojas de laurel para introducirlas en la salsa del domingo acarícialas con tus dedos, sentirás su aroma e invoca a la ninfa de los bosques que huyendo del amor violento de Apolo quedó convertida en árbol.
A lo mejor este rito te mantendrá alejada de la violencia que sufrimos las mujeres. Transmite este culto a tus hijas y nietas.
5. Los femicidios están a la orden del día en todos los confines del mundo [arriba]
En un periódico del 31 de mayo de 2014 leí:
Los abusos sexuales y el maltrato hasta la muerte de mujeres en la India se mostraron con toda su crueldad en el norte del país, donde un doble crimen generó una ola de indignación por la indiferencia de las autoridades...
Se trató de la violación de dos primas de 14 y 15 años que aparecieron colgadas de un árbol de mango en la localidad de Katra, después de que la noche anterior desaparecieran tras salir al campo a orinar, a faltas de baño en su vivienda... La autopsia confirmó que fueron violadas antes de ser asesinadas… con el agravante de que la policía no tomó la denuncia…
¡Igual que en mi país!!!
La nota agrega que esto ocurre luego de la modificación del Código Penal de la India, que como el nuestro, reconoce la violencia de género como un tipo penal agravado. Opinión vertida por Meenakshi Ganguly, directora de Human Rights Watch para el sur de Asía.
Estos ejemplos ponen el foco en la precariedad de los derechos de las mujeres. Y en el dogma generalizado que les hace creer a los hombres que tienen derecho sobre nosotras…
Esto nos pasa en todos los niveles sociales. Y si tienes mayor formación cultural que el hombre que está a tu lado cuidarte. Ellos no lo soportan.
El 7 de abril de 2016 observo en el matutino que leo cada mañana, que un varón atacó a su pareja apuñalándola. La pobre había efectuado la denuncia en la Oficina de la Mujer acusándolo por maltrato y violencia. Pero mató también a una hermana que la acompañaba. Total ya que estaba…
6. Una noticia a tener en cuenta [arriba]
Junto al femicidio hay que mirar la trata de personas. No te quito la vida pero te exploto sexualmente. Y te denigro. Sin embargo el 17 de Febrero de 2016 la Corte Suprema de la Nación, desde la Oficina de la Mujer, anunció la creación de Registro Estadístico de Causas Judiciales sobre Trata de Personas. Que permitirá consensuar la información sobre este delito, analizar la actuación judicial y brindar datos para articular políticas públicas con los otros poderes del estado.
Conforme el texto de la resolución, los objetivos de la dependencia serán "elaborar estadísticas que permitan relacionar las diversas variables con la incidencia de los factores intervinientes"; "armonizar el registro (variables indicadores) con otros registros nacionales e internacionales en materia de Trata de Personas" y publicar el registro.
Su metodología no fue definida, ya que será consensuada con las Cámaras Federales de todo el país.
Para ello, la Oficina de la Mujer pondrá consideración de esos Tribunales el listado de variables e indicadores que integran el proyecto elaborado.
Lectora, le deseo la mejor de las suertes.
Que nunca tenga que enfrentar a la violencia de un hombre manipulador.
Notas [arriba]
[1] GALEANO, Eduardo: La mujer sin miedo. Cosecha Roja. Colección de relatos cortos referidos a la violencia sobre la mujer. Mencionado en mi libro Máximas Filosóficas de una Sabia Sexigenaria – Editorial Dunken - 2017 - Buenos Aires.
[2] Nota explicativa: Véase la página del Museo-Galería Borghese de Roma. En ella se encontrará la foto a todo color de una escultura en mármol realizada por el escultor barroco Gian Lorenzo Bernini, que muestra toda la fuerza de la transformación de la ninfa en árbol.
[3] ZEBALLOS DE SISTO, M.C. Compiladora - Sociedades Humanas y Equilibrio Ecológico. Editorial Letra Buena – Buenos Aires – 1992.
[4] PINKOLA ESTÉS, Clarissa: Mujeres que corren con lobos. EDITORIAL ZETA. No Ficción. Buenos Aires, 2009.
[5] DE BEAUVOIR, Simone: El segundo Sexo. Editorial Debolsillo. Varias ediciones. La primera del año 1949. Varios tomos. En el primer tomo se refiere a Los Hechos y los Mitos. Consulté la versión de Ediciones Siglo Veinte, Buenos Aires, 1981, pág. 20.
[6] Nota explicativa: Expongo estas posturas apoyada en las siguientes fuentes: Las interpretaciones que se hacen del arte paleolítico parietal. Entre ellas la Venus de Willendorf. Las culturas de la polinesia, Australia y la India que negaban la paternidad, las aldeas matrilineales que han llegado hasta nuestros días, y los datos respecto de la tribu Kom en el sur de África mencionados por muchos antropólogos.
[7] Lévi -Strauss, C.: Antropología Estructural. Edición Paidós Studio-Básica. 1987.
[8] Nota explicativa: Expongo estas posturas apoyada en las siguientes fuentes: Las interpretaciones que se hacen del arte paleolítico parietal. Entre ellas la Venus de Willendorf. Las culturas de la polinesia, Australia y la India que negaban la paternidad, las aldeas matrilineales que han llegado hasta nuestros días, y los datos respecto de la tribu Kom en el sur de África mencionados por muchos antropólogos.
[9] Referencia: Se castigaba con prisión de un mes a un año a la mujer que cometiere adulterio y al marido sólo cuando tuviere manceba dentro o fuera de la casa conyugal... (Art. 118 del viejo Código Penal de Argentina).
[10] Véase la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres de México.
[11] Véase en este sentido la opinión del constitucionalista argentino Félix Loñ vertida el miércoles 23 de mayo de 2018 en el diario La Nación de Buenos Aires.
[12] Véase: Feminicidio, justicia y Derecho Humanos. Congreso de la Unión, Cámara de Diputados, LIX Legislatura, México, 2005. Y a Feminicidio y marginalidad urbana en Ciudad Juárez en la década de los noventa. En: Torres Falcón Marta, Monárrez, Julia E. y César M.
[13] Nota explicativa: Se incorporó el femicidio en el cuerpo normativo, como figura agravada del delito de homicidio simple.
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