Trabajo, Costos, Seguridad Social y Políticas de Estado
Juan P. Chiesa*
Planteo de la situación [arriba]
Según un informe del Consejo de la Magistratura, los juicios laborales, crecieron un 33% interanual. Estos fueron provocados por una gran cantidad de demandas en materia de accidentes laborales y el empleo no registrado.
En la Capital Federal, hay 80 juzgados laborales de primera instancia que reciben 100.000 demandas laborales en promedio por año. Entre esta escabrosa cantidad de demandas laborales, tenemos un alto porcentaje en materia de accidente de trabajo (más del 50 %), despidos (directos o indirectos), trabajo no registrado y diferencias salariales, entre otras.
Uno de los conflictos que molesta al Poder Ejecutivo es el de los juicios por despido. Estos ascendieron al 20 % el último año, con casi 30 mil expedientes, golpeando, en su mayoría, el empleo en las Pymes y pequeños negocios y/o locales en la Capital.
Estos índices, plagados de realidad paralela que vivimos en la Capital, no solo impiden una involución en el crecimiento de las pequeñas empresas, lo acompañan la suba de las tarifas, el aumento de las importaciones, la presión en materia de contribuciones a la seguridad social, y una inflación que no deja respiro. Estos componentes golpean a los sectores del comercio en su totalidad, la industria, pero peor aún, a las pequeñas y medianas empresas o negocios, los cuales terminan cerrando sus puertas y son las más afectadas y perjudicadas.
En estos últimos años, se perdieron más de 60.000 puestos de trabajo en las Pymes manufactureras, cerrando por este motivo, más de 5000 locales zonales; la actividad comercial por lo tanto sufre una caída en su consumo.
La sociedad no da cuenta de que estas retracciones tienen factores negativos como: la suba de los costos laborales, la presión contributiva en materia de seguridad social, la mafia de los juicios laborales, los controles impetuosos por parte de los órganos recaudadores, y, el avance de las importaciones. Solo si se alienta a las Pymes y a los entusiastas emprendedores iniciales, a tomar empleo, se puede resolver a largo plazo, la alta dependencia que tiene Argentina sobre empleo público y los planes sociales que generaron el infinanciable déficit fiscal.
La realidad está llamando a “beneficios” para un sector, el cual es el motor de la economía en la Argentina.
La reforma tributaria, a fines del 2017, perfilaba para una bocanada de aliento a las Pymes. No ha sucedido, por lo menos, no fue suficiente.
La implementación de un mínimo no imponible y la detracción de un mínimo, no beneficia a las Pymes, en realidad, encubre una suba fiscal en materia de seguridad social, llevándola al mismo montículo de las grandes empresas.
Para entenderlo, diferir el IVA a 90 días, reducir en 10 % impuesto a las ganancias, y detraer un mínimo insignificante parea Pymes de más de 10 empleados, no lucen muy beneficiosas para las empresas pequeñas y los nacientes emprendedores.
Este problema no solo reside en el costo laboral, sino que se le suma el bajo financiamiento para la adquisición de bienes productivos, los impuestos, la debilidad de la operatividad de la ley y la baja de consumo. Estos son todos componentes negativos, caminan de la misma vereda y en contramano de las pequeñas y medianas empresas.
Problemas sociales [arriba]
Todos hablan acerca de que el problema son las medidas económicas del gobierno, las políticas económicas, hasta culpamos al FMI. Seguimos suturando un dogmatismo irreal y aventurero dañino para el País, pensando que lastimamos al gobierno de turno.
Todos se llenan la boca hablando de los pobres jubilados y cuál es la calculo previsional que debe usarse. Hacen un comentario y el pobre jubilado se marea.
Pero nadie entiende cómo se financia el sistema jubilatorio, cómo se mide y cómo funciona el cálculo previsional.
Es simple, el sistema jubilatorio se mantiene mediante un cálculo donde se estima que cada 4 aportantes activos, se sustenta un jubilado.
En la Argentina, hay 13 millones de empleados activos registrados, que aportan al sistema único de la seguridad social.
A su vez, contamos con 7 millones de jubilados.
Para que el sistema jubilatorio funcione y esté correctamente financiado, necesitamos 4 aportantes por cada jubilado. De este modo, necesitamos 28 millones de aportantes activos registrados, para que el sistema funcione dentro de lo normal.
Necesitamos 28 millones de aportantes activos en actividad para que el sistema jubilatorio camine, y solo tenemos 13 millones. Es evidente que no funciona sin Empleo Registrado. ¿Qué estamos esperando para darle un lanzamiento al blanqueo laboral?
Quizás, combatiendo el empleo en negro, beneficiando a las Pymes, las cuales brindan mayor empleo en Argentina, con normas y reformas que les suministre la tarea de registrar sus trabajadores, siendo estas el 60 % del motor económico del País, y contribuyendo con una adecuada reforma laboral, que luche contra la evasión a la seguridad social, no hay dudas de que así podríamos hablar de un cambio y un crecimiento en la actividad.
Los costos laborales para las Pymes y emprendedores iniciales son demasiado altos; subirlos más, como lo fijó la reforma tributaria, aunque sea gradual, espanta el trabajo registrado.
Si a partir de los actuales costos salariales, las empresas deciden no tomar más gente, subirlos, implicaría espantar más el trabajo en blanco.
Cuando un jubilado dice que aportó toda su vida al sistema previsional, no se da cuenta que en rigor de verdad estuvo aportando a los activos de su época. Nada tienen que ver sus ahorros que fueron robados por malos manejos de gobiernos anteriores.
Hoy un jubilado vive de una nómina salarial de las empresas. Una nómina que, si no se beneficia con una reforma y un apoyo a los comercios, difícilmente crecerá.
Cuándo podrá entender la sociedad, la oposición y los sindicalistas perversos que: “El capital humano es un factor decisivo para competir en una economía globalizada, y que, la capacitación, debería convertirse en un objetivo para los sindicatos, en una obligación para ellos y para las empresas, en un mundo que se encuentra en constante evolución”.
El mejor ejemplo podría ser la reforma laboral, la cual, probablemente, se tratará con una sola modificación, pactada con la oposición y los sindicatos, que son las indemnizaciones laborales.
Sin una reforma profunda, el Estado jamás dejará de ser el sustituto del mercado laboral, como lo es desde los últimos gobiernos, lo cual, termino quebrando a la Argentina.
La comunicación debe funcionar como lubricante para facilitar el funcionamiento de los engranajes de la gestión, la capacitación y el crecimiento del empleo.
El gasto público, el déficit inflacionario, las medidas antisindicales, las huelgas ilegitimas, el empleo en negro, la presión fiscal, el apriete contributivo, la suba de intereses y los malos manejos en materia económica, entre otros ingredientes, son algunos de los componentes que retrasan el crecimiento.
Factores de crecimiento [arriba]
La inversión, el rubro de la construcción, clave para el crecimiento, el impulso al consumo, la fijación de metas inflacionarias, la promoción del empleo y la producción, la conclusión del empleo en negro, la reducción del índice de juicios laborales, el beneficio a las Pymes y a los pequeños emprendedores, con la correspondiente reducción de la carga tributaria y fiscal. Así también, un Estado con impuestos lógicos y razonables, con libertad hacia las empresas para contratar y fijar salarios con representantes genuinos y honestos, con una apertura del mercado al mundo, para generar dólares genuinos y las políticas adecuadas, son los factores infalibles que necesita la Argentina.
Es casi indispensable realizar un sistema integrado de análisis, formación y seguimiento del empleo en las empresas con estricta vinculación con el constante dinamismo de las leyes laborales, la carga tributaria y los impuestos a las empresas.
La reforma laboral provoca la apertura a la planificación en las empresas y saber conocer, los beneficios que la reforma trae en materia de costos laborales, y, por supuesto, con el blanqueo laboral.
Al principio de la nota, comente sobre las cifras en aumento de los juicios laborales en Capital. Entre estos, más del 50% se deben a accidentes de trabajo, enfermedades y obra social. A su vez, el tercer proyecto de la Reforma laboral, pretende crear una Agencia que tiene como finalidad combatir el alto índice de litigiosidad que estamos teniendo en materia de obra sociales.
Así también, el blanqueo laboral y la lucha contra la evasión, en conjunto con la creación de un fondo de cese que administre las indemnizaciones de los trabajadores, son reliquias que debemos poner en marcha para que los factores de crecimiento, en materia de costos y empleo, crezcan en la Argentina, beneficiando no solo al aportante activo, sino también al sector pasivo de la sociedad.
Crítica [arriba]
En definitiva, los sindicalistas mafiosos e ignorantes (algunos sectores) y hablo desde la experiencia personal no contada por el periodismo, sindicatos que mienten a los trabajadores y a la sociedad con medidas ilegales y aventureras; los políticos ladrones y mentirosos, su mayoría, que utilizan la política como blindaje, para encubrir sus delitos, a los militantes siniestros y matones, que venden información a una sociedad confundida y poco informada, son modelos que se deben radicar la Argentina para crecer dignamente de la mano del trabajo y el pleno empleo de manera libre y democrática.
“El mayor enemigo del conocimiento no es la ignorancia, es la ilusión del conocimiento” (Prof. Stephen Hawking).
* Abogado Doctrinario Laboralista. UBA. Asesor y analista de opinión. Autor del libro “Los principios de la empresa y los Sueldos”.
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