Corresponde condenar a prisión a un agricultor y a un piloto de avioneta por haber fumigado con plaguicidas contaminantes un campo, en tanto se acreditó que realizaron fumigaciones clandestinas, y que dicho accionar contaminó el ambiente de los habitantes de un barrio cercano, a pesar de que se había declarado al mencionado grupo poblacional en emergencia sanitaria y de que se había prohibido la aplicación de plaguicidas o biocidas químicos a menos de dos mil quinientos metros de cualquier vivienda.