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Entre los días 19 y 23 de marzo de 2018, se celebró en Ginebra el Foro de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información de 2018. Este foro nació en 2003 apoyado por la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) y la ONU con el objetivo de crear una Sociedad de la Información inclusiva.
Bajo el lema Aprovechando las TICs para construir Sociedades de la Información que alcancen los ODS”, el Foro recoge una creciente tendencia en el debate de políticas digitales: la convergencia entre desarrollo y políticas digitales referentes a las nuevas tecnologías. Desde el establecimiento en 2015 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) la discusión se ha enfocado en gran parte en la potencial contribución de la Sociedad de la Información al cumplimiento de tales objetivos.
El análisis de las discusiones elaboradas en su seno revela dos tendencias:
La primera surgió en el año 2017 con la discusión -intensificada en esta última Cumbre- sobre la manera de aprovechar Internet de las cosas (IoT) y la Big Data para la realización de los ODS, y cómo los países en desarrollo y los más desarrollados podían tomar ventaja de ello. En la misma confluyen diferentes problemáticas, que abarcan desde el impacto de la automatización en el trabajo, a los riesgos asociados con la fabricación de sistemas de Inteligencia Artificial y la generación por parte de las nuevas tecnologías de nuevas economías, negocios y empleos. La segunda tendencia se centró en la ciberseguridad, la privacidad, el comercio electrónico y su vinculación con el desarrollo sostenible. Se puede afirmar que este Foro 2018 abordó un espectro mucho más amplio de problemáticas, en comparación con el Foro 2017.
A continuación, se expondrán las principales conclusiones en cada una de las temáticas fundamentales del Foro[1]:
La inclusión digital y la reducción de la brecha digital se consideraron cruciales para alcanzar los ODS. A diferencia de años anteriores, este Foro 2018 mostró mayor énfasis en el papel del Big Data, de los sistemas automatizados y de la inteligencia artificial como mecanismos para lograr los ODS. La educación y la construcción de las condiciones para una mano de obra altamente calificada fueron aspectos destacados de este tema. Del mismo modo, se apeló al uso de herramientas electrónicas para fomentar una mayor participación ciudadana específicamente vinculada al desarrollo.
Las infraestructuras de alta calidad y resistencia se ubicaron como el pilar de la digitalización. Se resaltó que, cuando se trata de los diferentes tipos de tecnologías, la elección también variaría dependiendo de las condiciones nacionales. Algunas iniciativas se centran en fibra óptica, otras exploran las oportunidades que ofrecen los espacios blancos de TV, otras confían en el uso de satélites y también se está trabajando en la configuración nacional y los Puntos de Intercambio de Internet (IXP) regionales, y los cables internacionales de telecomunicaciones submarinos. Pero las redes existentes, como 3G y 4G, probablemente no son suficiente para soportar los crecientes requisitos de conectividad demandado la cuarta revolución industrial. Por tanto, señalan que se está trabajando para hacer que las redes 5G sean ampliamente difundidas. Con una infraestructura adecuada la Internet de las cosas puede ayudar a alcanzar los ODS a través de aplicaciones, como drones que entregan medicamentos y ayuda humanitaria en lugares de difícil acceso, vehículos sin tripulación que mejoran las actividades agrícolas y ciudades inteligentes que permitan servicios públicos y privados más eficientes. Pero con una mayor conectividad también surgen desafíos en áreas tales como seguridad, (ciber) seguridad e incluso privacidad y protección de datos. En el abordaje de tales desafíos, las políticas y regulaciones deben combinarse con estándares tecnológicos
3. Inteligencia Artificial y automatización [arriba]
Se destacó la necesidad de contar con diversas formas de utilizar positivamente el potencial de la Inteligencia Artificial. La Inteligencia Artificial y la automatización son más que palabras de moda. Ellas tienen aplicaciones en la vida real, desde la traducción automática a autos autónomos, desde robots médicos a servicios de gobierno electrónico. A medida que avanza el progreso tecnológico las aplicaciones de Inteligencia Artificial pueden generar nuevas economías, negocios y trabajos. Pero su uso también plantea preocupaciones, como por ejemplo el impacto de la automatización en el mercado de trabajo y los riesgos asociados con los sistemas de Inteligencia Artificial que toman sus propias decisiones. Sin embargo, está claro que esta nueva Inteligencia vino para quedarse, y se debe asegurar que sus sistemas sean diseñados y utilizados de manera transparente, responsable y consistentes con los derechos humanos y los valores. En esta área, los gobiernos juegan un rol importante en el dictado de normativas claras y precisas sobre su utilización.
Se concluyó la necesidad de adoptar un enfoque centrado en el individuo para el desarrollo de políticas que fomenten el crecimiento y eviten la creciente desigualdad. La innovación en el sector de las TICs puede acelerar el proceso hacia la transformación a una economía digital, contribuyendo a la consecución de los ODS. Diferentes iniciativas de organizaciones internacionales, como las de OECD y APEC, apuntan a crear las condiciones necesarias para que florezca la economía digital. Todas se basan en la libertad del flujo de información, la gestión de riesgos, la confianza y el compromiso de todos los interesados. Otro aspecto importante es el fortalecimiento de la competencia en la economía digital, sin embargo, se mostró preocupación sobre la concentración de los servicios de Internet. Transformar la economía clásica a una digital no es fácil en países con bajos recursos, pero existen mecanismos alternativos que pueden contribuir a ese pasaje, como las asociaciones público-privadas, la microempresa, los fondos de innovación y los fondos de impacto social. También es importante considerar las necesidades de otros sectores, tales como micro, pequeñas y medianas empresas y cerrar la brecha de género en el acceso a las tecnologías.
Cubrir la brecha digital implica mucho más que impartir contenidos, se trata de una cuestión de voluntad política que impulse propuestas constructivas. Para evitar crear nuevas divisiones, es importante que las personas que hablan diferentes idiomas tengan igual acceso al conocimiento disponible en el ciberespacio. Diversidad cultural y multilingüismo no solo se relacionan con el desarrollo sostenible, sino también son inherentes a los derechos humanos ya que no se puede crear diversidad sin libertad de medios. En los debates, una postura destacó que Internet es un bien público mundial por lo que no debe estar sujeta al derecho de propiedad privada, mientras que otra sugirió que la tecnología digital conducirá a un “nuevo tipo de civilización”. Sin embargo, la Deep web impactó negativamente en la sociedad con consecuencias éticas, para la identidad y la confianza. Es que la confianza es un valor social esencial y el desafío consiste en crear confianza en la era de los algoritmos. Por tanto, se propusieron varias soluciones para mitigar este reto, incluyendo aplicaciones blockchain, un “deber de cuidado” en nombre de los proveedores y consumidores de tecnología digital, un “código de ética” y una sociedad del conocimiento basada en valores universales y en la que los humanos sigan controlando su propio destino social.
Se destacó que la ciberseguridad no se limita solo a las tecnologías, es crucial para negocios e industrias. El desarrollo sostenible no puede lograrse sin paz y seguridad. A su vez, la paz y la seguridad estarán en peligro sin un desarrollo sostenible. La ciberseguridad hoy no es solo una cuestión de tecnología es una parte integral de la política, así como de los negocios. Por tanto, las TICs pasan a desempeñar un rol fundamental para alcanzar los ODS y deben ser conscientes de los retos y amenazas que se presentan. En 2018, tales riesgos incluyen la ciber extorsión, la reputación digital, la infraestructura de información, ransomware, las amenazas cibernéticas a los bancos, la localización de datos, blockchain y los problemas de ciber soberanía. Si un sistema no es seguro, la privacidad también está en peligro y las empresas y gobiernos puede extraer información sobre un gran número de personas. En este último punto se evidencian riesgos asociados con el uso de Internet industrial y de inteligencia, el auge de las ciudades inteligentes, la Inteligencia Artificial y su potencial armamento, así como las lagunas en los marcos normativos y de seguridad en el uso de la tecnología blockchain. Para enfrentar tales desafíos se concluyó que es crucial la construcción de capacidades, especialmente la educación en ciberseguridad. A los niños y niñas se les debe enseñar sobre seguridad en línea desde temprana edad y debería extenderse al cibermundo un código de conducta similar al de “mujeres y niños primero”.
Los derechos humanos se han convertido en una parte fundamental de todas las áreas, son transversales, por tanto, aun cuando no se celebraron sesiones específicas, su temática estuvo presente en la totalidad de las cuestiones abordadas. Se señaló que la propiedad intelectual constituye una importante área de protección de los derechos de los autores, además de los derechos económicos, las patentes y marcas registradas. Los problemas de privacidad también se evidencian en relación con el libre flujo de datos y la importancia de la conciencia cuando los datos personales se consideran inevitables para el uso de servicios gratuitos. Otras sesiones abordaron tangencialmente el acceso a Internet, no solo como un derecho, sino como una necesidad básica. Un tema recurrente y general fue la seguridad y protección de los niños y niñas en la web. Se destacó el trabajo de diferentes partes interesadas en la creación de un ecosistema de protección infantil en línea como por ejemplo la Iniciativa de la UIT de Protección del Niño en línea y el premiado proyecto KOVA, sobre cómo se proporciona y promueve el contenido, la apertura y los mecanismos de acceso y control.
Se discutieron tres principales temas jurídicos: el primero relacionado con el aumento del cibercrimen y la necesidad de un enfoque legislativo armonizado en cibernética y la adopción de principios mínimos comunes aceptados globalmente para equilibrar valores conflictivos, como los intereses nacionales y la protección y preservación de las libertades individuales. El segundo referido a la actual economía de datos, donde la concentración de proveedores de servicios de Internet conduce, en algunos casos, al abuso de la posición dominante en el mercado. Legislaciones tradicionales como la ley antimonopolio e impuestos no son necesariamente adecuadas considerando el alcance global y la expansión de la industria de Internet. Y el tercero referido a como la rápida aparición de las nuevas tecnologías afecta el mercado de trabajo de diferentes maneras, por ejemplo, estudios recientes señalaron que dos tercios del mercado de trabajo será susceptible de automatización. Por ello, se expresó la preocupación por el impacto en los grupos vulnerables. Aunque las discusiones sobre tecnología y trabajo típicamente abordaron las formas en que el sector laboral debería prepararse para los cambios, también se plantearon profundas consideraciones éticas, especialmente referidas a la transparencia de los Big Data y a garantizar el bienestar de la mano de obra.
Finalmente, conforme las palabras de Houlin Zhao, Secretario General de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, si bien en el texto de los ODS se reconoce el papel fundamental de las TICs para el desarrollo y se señala que ofrecen un gran potencial para acelerar el progreso humano, reducir la brecha digital y desarrollar sociedades del conocimiento, sólo se mencionan directamente en cuatro de los 17 objetivos. Sin embargo, desempeñan un papel fundamental en la consecución de todos los ODS resultando indispensables para alcanzar cada uno de los objetivos propuestos[2].
* Guterres, A. 2018. “Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas al Foro de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información 2018”. Ginebra.
** Abogada, Escribana (UBA). Posgraduada en Derecho del Turismo (UBA). Magister en Ambiente Humano (UNLZ). Profesora Adjunta Regular, Facultad de Derecho, UBA. Jefa de la División Derecho y Profesora Asociada Ordinaria Universidad Nacional de Luján. info@anmart.com.ar
*** Abogada (UBA) Magíster en Relaciones Internacionales (Universidad Maimónides) Diploma en Derechos Económicos, Sociales y Culturales (UNPSJB) y el Posgrado en Derecho Informático (UNPSJB) Profesora Adjunta Ordinaria Universidad Nacional de Luján. adporcelli@yahoo.com.ar
[1] WSIS. 2018 Forum Summary Report. March 26, 2018. Geneva Internet Platform. Disponible en: https://dig.watch/sites/de fault/files/ WSISForumRe port_2018 .pdf
[2] Zhao, H. (2017) “Por qué resultan tan indispensables las TIC para alcanzar los ODS” ITUNews Magazine. Como las TICs están acelerando la consecución de los ODS. Núm. 03/2017