JURÍDICO ARGENTINA
Doctrina
Título:Mediación: un camino en el arte de vivir mejor y construir paz
Autor:Drlje, María
País:
Argentina
Publicación:Revista de Negociación, Mediación, Conciliación y Métodos RAD - Número 10 - Abril 2017
Fecha:06-04-2017 Cita:IJ-CCLXIV-831
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Mediación: un camino en el arte de vivir mejor y construir paz

María Drlje*

Desde el análisis de la mediación, no sólo como un instrumento para solucionar conflictos, sino como filosofía de vida, como actitud, cabe formular la pregunta: ¿el aprendizaje de sus herramientas asiste o no al hombre en su evolución, desarrollo y crecimiento, para que éste pueda vivir mejor?.

Algunas consideraciones previas……todos somos lo que lo que hemos aprendido y lo que expresamos; somos “Homo sapiens sapiens”. Siguiendo al filósofo, paleontólogo y religioso francés, Pierre Teilhard de Chardin, no sólo la vida, sino la materia y el pensamiento están involucrados en el proceso de evolución, de ahí que es necesario atribuirle a dicho proceso un sentido. (1)

A partir de esa tendencia del universo, guiado por la Ley de complejidad-conciencia, Teilhard vislumbra un punto que define como “una colectividad armonizada de conciencias” o “punto omega”, que equivale a una especie de súper conciencia. También señala que los problemas sociales del aislamiento y de la marginalización constituyen inhibidores enormes de la evolución, de allí que es necesario buscar una unificación, es decir una “colectividad de conciencias”. Ello es así porque ningún futuro evolutivo aguarda a la persona si no es en asociación con los demás. (2)

El hombre necesita vivir en sociedad y no ser víctima de aislamiento, ello genera una permanente interacción de conductas, con un efecto multiplicador de valores y principios. Vivimos una era de reaprendizaje; ello implica observar, analizar, recabar y utilizar el saber que vamos acumulando con el paso del tiempo. Sin embargo convertirnos en personas maduras, equilibradas, responsables y felices, nos exige también saber como interactuar con el otro, porque marchando se aprende a caminar y dando se aprende a dar. En ese desarrollo e interacción muchas veces sucede que las personas tienen miedo o se sienten con debilidad. Lo importante no es no tener miedo, sino evitar que el miedo nos tenga a nosotros. Todo ser humano tiene una capacidad de renovación interna que debe conocer, cada individuo tiene dentro de si recursos internos que debe ir redescubriendo.

La mirada interna, el recupero de la propia dignidad y el redescubrimiento de los recursos internos, constituyen fuentes valiosas para volver a construir. Sin embargo, cuando se quiere producir un cambio profundo, el proceso no es rápido ni mágico, se requiere de paciencia, y ésta es ni más ni menos que un ensayo permanente.

Por ello si el deseo es mejorar el futuro, comencemos por afianzar el presente, dignificarlo, trabajar duramente por un mundo nuevo y mejor, sin exigir de ese mundo nuevo, algo que no nos atrevemos a exigirnos a nosotros mismos. Ser sencillo y natural, percibir la verdad y distinguirla de lo que es falso, es un estado de la mente y del corazón que se debe seguir.

Generemos consensos, acuerdos, cambiemos la actitud de divergencia y confrontación. Busquemos la paz en nuestro interior, sintamos esa paz para poder sacarla hacia el afuera. Esto es un trabajo diario, minuto a minuto sobre nosotros mismos, manteniendo la máxima atención sobre nuestras percepciones, pensamientos y actos. Todas las respuestas están al alcance de nuestra mano, hay que saber encontrarlas, hay que poder verlas. Siguiendo algunas de las célebres frases de Teilhard. “Las grandes verdades se sienten antes de expresarse.” (op. Cit 1)

No se trata de que solucionemos todos los problemas que existen de una sola vez, sino que tratemos de comprenderlos. Cuando lo hacemos así, la solución aparecerá por sí misma. La verdadera comprensión solo llegará cuando se experimente la verdad o cuando se piense en ella.

Necesitamos ser escuchados porque precisamos ser comprendidos en nuestra propia realidad, en nuestra verdad. En efecto, el arte de vivir mejor estriba en vivir y trabajar también con los demás, comprendiéndolos y cooperando para cualquier buen propósito compartido en común.

Si se aspira a la construcción de un mundo con nuevos principios y nuevos valores, el compromiso es individual y se construye en nuestra vida de cada día, es moldeado por nuestras reacciones ante cada pequeña circunstancia. El universo se construye así, exteriorizando lo mejor de cada uno de nosotros.

La construcción de este mundo con paz y en evolución permanente no es un proceso autónomo sino que corre paralelo a la dinámica de la sociedad en su conjunto. Se hace no sólo produciendo cambios desde la paz interior de cada individuo, sino también exteriorizando esos cambios hacia el afuera, hacia las relaciones de los individuos en las organizaciones e instituciones en las cuales se organizan y actúan. Desde esta perspectiva la paz es una visión, una nueva manera de ver la dinámica social y un proceso de construcción permanente. (3)

En éste proceso de transformación y construcción, frente a la inevitable existencia de conflictos, se advierte que a los mismos no solo hay que resolverlos sino transformarlos hacia el futuro en relaciones sociales reestructuradas. Precisamente, la transformación alude a la capacidad de visualizar y responder, al ir y venir como oportunidades que nos da la vida para crear procesos de cambio constructivos y que respondan a los problemas de la vida real en las relaciones humanas.(4)

Es por ello que construir consensos, y una convivencia social armónica es una obligación primaria de todos, que comienza en el hogar, enseñando a los hijos la manera de comportarse, la forma de tratar a los demás y de resolver los problemas. En definitiva éste es el lugar donde se sientan las bases para que las personas aprendan a vivir sanamente. Sin embargo no podemos negar que aún en una célula tan pequeña como es la familia, donde existe el cariño entre sus miembros también puede perderse la paz. La convivencia sana y saludable es frágil y por ello hay que trabajar pacientemente todos los días para conquistarla.

Aportemos también a estos cambios constructivos, “la experiencia” , la cual no consiste en el número de cosas que se han visto, sino en un número de cosas sobre las que se ha reflexionado para poder cambiar y vivir mejor. El tiempo que tenemos no es corto; pero muchas veces perdemos mucho de él, y la vida es suficientemente larga para ejecutar en ella cosas grandes, siempre y cuando sepamos emplear bien cada minuto de la misma.

Reflexionar sobre los conceptos desarrollados nos permite no sólo ser mejores personas, sino revalorizar “la mediación”, como filosofía, como instrumento, como actitud frente a la vida, como recurso para construir paz y como herramienta EN EL ARTE DE VIVIR MEJOR.

Bibliografía

Pérez de Laborda, Alfonso. “La Filosofía de Pierre Teilhard de Chardin”. Editorial Encuentro. Madrid. Año 2001.

Meinvielle Julio Ramón, “La cosmovisión de Teilhard de Chardin”. Editorial Cruzada. Buenos Aires. Año 1970.

Morán Anaida Pascual. “Violencia, paz y conflicto en el discurso y la praxis pedagógica”. Artículo publicado en la Revista Pedagogía. Volumen 34. Edita Sociedad Iberoamericana de Pedagogía social. Sevilla. Año 2000.

Lederach Juan Pablo. “Definiendo la transformación del conflicto” Editorial El Icaria, Barcelona. Año 2010

María Drlje, abogada y mediadora especializada en Análisis y Gestión de Conflictos, Magister en Mediación y Negociación, egresada de (IUKB) Institut Universitaire Kurt Bosch, Suiza, 2016. Coordinadora en el intercambio “multi” “inter” y “transdisciplinarios” con Instituciones de Asistencia Psicológica y Profesionales Independientes.