Cómo enfocar los conflictos
Una visión sistémica
María Drlje*
La vida profesional de una abogada de familia y de una mediadora familiar, es un desafío. Trabajar y ocuparse de los conflictos personales es interesante aunque muchas veces se torna difícil, sin embargo constituyen un excelente reto. Nos preguntamos qué herramientas utilizar para ayudar a las personas, cómo actuar en cada caso, cuál es la palabra adecuada o la mejor estrategia a seguir.
La permanente confrontación en los Tribunales, la rigidez de los procedimientos judiciales, la complejidad de la litigiosidad, hace que las respuestas de los profesionales del derecho se dilaten en el tiempo. Por ello en los tiempos modernos se viene desarrollando tanto en Europa como en los EEUU toda una actividad teórica en torno al “objeto conflicto” y los “métodos de abordaje”. En ella se encuentran embrionariamente los métodos hoy llamados alternativos, cuyo desarrollo teórico toma gran potencia y vigencia en la década de los 70; hoy son conocidos como ADR y patrocinan una metodología de resolución de conflictos cuya característica es construir una visión positiva del conflicto, en el sentido de generar una nueva energía, un motor de cambio y una oportunidad de crecimiento y enriquecimiento personal. (1)
Estas nuevas modalidades, surgen como respuesta a los cambios permanentes de las conductas humanas y a la aparición de nuevos enfoques en la gestión de los conflictos. En efecto, fue necesario desarrollar otros caminos alternativos, complementarios y sobre todo generadores de nuevas opciones, con soluciones rápidas y expeditivas para que los clientes vean satisfechas sus pretensiones.
Las necesidades de las personas ante un problema de índole jurídica son diversas, como así también los caminos para su resolución. Nacieron junto con la vida del hombre en sociedad, son tan antiguos como el conflicto y desde años van generando un cambio de mentalidad en los ciudadanos y en los abogados, pasar de la cultura del litigio a la cultura de la pacificación. Se trata de buscar caminos alternativos para prevenir los conflictos y si no se ha podido, se aborda con soluciones pensadas y desarrolladas por las partes involucradas, ello genera en los individuos una transformación del pensamiento. Los clientes no sólo buscan asesoramiento, sino una contención para que su problemática sea cabalmente comprendida. Las personas que afrontan conflictos a menudo necesitan ayuda para resolver sus controversias, sus disputas son hechos reales de la vida y se dan cuando las partes involucradas compiten para alcanzar objetivos que parecen incompatibles. Y ante esto, debemos saber que las diferencias no se eliminan, sólo pueden enfrentarse constructivamente con una actitud cooperativa, que hoy es la clave de la supervivencia humana.
El Dr. Rubén Calcaterra en su libro sobre Mediación Estratégica sostiene que la resolución de las controversias son más una actitud mental dentro de un proceso más amplio, abarca el análisis, la anticipación, la prevención y el manejo del conflicto. (2)
En esta búsqueda de soluciones, y estrategias operativas para brindar respuesta a los clientes que transitan un conflicto, surge el enfoque sistémico, que en un sentido amplio se presenta como una forma de representación de la realidad.
Un sistema es un conjunto complejo de elementos interactuantes. Al hablar de “complejos elementos” se pueden hacer muchas distinciones, sin embargo desde la perspectiva de un “operador del conflicto”, sólo interesa conocer las partes, sus relaciones y el orden jerárquico que regula a cada uno dentro de cada estructura.
El enfoque sistémico encuentra su fundamento en la conocida Teoría General de Sistemas que implica el estudio interdisciplinario de los mismos en diferentes campos de la investigación. Von Bertalanffy desde una concepción humanista de la naturaleza humana, afirma que las propiedades de los sistemas no pueden describirse significativamente en términos o elementos separados. Sostiene también que un sistema real es una entidad material formada por componentes organizados que interactúan de forma tal que las propiedades del conjunto no pueden deducirse por completo de las propiedades de las partes. (3)
El trabajo interdisciplinario junto a la adquisición de conocimientos sistémicos, marcaron uno de los pasos evolutivos de la autora en la forma y modo de asistir a las personas a resolver sus conflictos. En efecto, ubicar al individuo dentro del contexto al que pertenece y posicionarse profesionalmente dentro de ese sistema permite detectar la problemática con mayor facilidad, analizar la estrategia para el desarrollo del proceso y consensuar su resolución en términos viables en el tiempo.
La mediación en si misma constituye un sistema en la cual dos o más miembros de otro sistema precedente, en crisis, buscan el apoyo de un tercero que los ayude a generar un cambio, en orden a un conflicto que les afecta y que no pueden abordar dentro de su propio sistema. Este tercero, dentro de un margen consensuado de interacción en la mediación, trata de perturbar las construcciones que las partes han generado a través de sus respectivas narrativas. Es decir que el operador del conflicto, les propone la construcción de una nueva narrativa para crear una nueva historia con mirada hacia el futuro.
Los contenidos teóricos de que se nutren los mediadores en su formación sistémica provienen del abordaje a la teoría general de los sistemas, la cibernética, y las narrativas. Distintos doctrinarios de la mediación se refieren, en sus obras, a los citados marcos teóricos contemplados en la formación, la práctica y la implementación misma del sistema
Bianchi al abordar el modelo de Sara Cobb parte del supuesto que la experiencia se organiza mediante la narrativa, y la realidad social mediante el relato de historias. Una historia de conflicto puede ser superada si las partes co- construyen una historia común que implica la construcción compartida de otra realidad. En la mediación al sistema de las partes del conflicto se suma un tercero que interviene activa y conscientemente en la de-construcción de la primera narrativa y en la co-construcción de una nueva realidad. (4)
Roberto Góngora Rodríguez expresa que el pensamiento sistémico surge como una respuesta a explicar los fenómenos del mundo, partiendo de la idea que todo está relacionado con todo. De allí que el enfoque sistémico le permite al mediador entender la dinámica de los conflictos de una manera holística y le ayuda a mantener una actitud neutral ante los hechos (5)
La Dra. Emilia Perrone, docente de mediación familiar de la Universidad de Lyon, Francia y directora del Centro de Familia y Mediación de las misma Universidad, señala que su modelo grupal narrativo de mediación familiar, se sustenta en la teoría de los sistemas, la terapia familiar sistémica y la teoría de la comunicación. Expresa, al referirse a la mediación circular narrativa que este modelo surge del paradigma sistémico y otorga un lugar preponderante a la comunicación como elemento circular que viabiliza la modificación de las relaciones. En efecto con el lenguaje se construye y de-construye la realidad y por lo tanto se modifican las narraciones y con ello la percepción de la realidad. (6)
Por último, cabe mencionar a Peter Senge, otro estudioso del pensamiento sistémico, cuando refiere a que vivimos en una “sociedad en aprendizaje” y la define como “aquella que se basa en la idea de que hay que aprender a ver la realidad con nuevos ojos, detectando ciertas leyes que nos permiten entenderla y manejarla” (7)
Sea cual fuere, según la breve recopilación señalada, la línea de pensamiento que cada operador del conflicto siga, lo cierto es que cuando un mediador se sienta en la mesa de mediación, percibe en muchas ocasiones que las partes, han intentado por sí mismas resolver su problema, sin embargo no han podido hacerlo porque con frecuencia se atascan en las propias percepciones del conflicto de una manera muy rígida confluyendo en ello con varias emociones. Por ello el mediador sistémico, con el enfoque descripto puede asistir a las partes para instrumentar los cambios necesarios en un camino alternativo. El arte de asistir a las partes en de-construir su conflicto, observándolo desde otro lugar, contribuye a que las personas lleguen a desdramatizar el conflicto y alcanzar la “objetividad” necesaria para co- construir la historia alternativa.
Por ello para concluir, el enfoque sistémico es un modo de percibir la realidad, busca entender las interrelaciones entre las diferentes partes que constituyen el sistema dentro de otro sistema. Es integrador, tanto en el análisis de las situaciones, como en las conclusiones, propone soluciones en las que se tienen que considerar diversos elementos y relaciones que conforman la estructura de lo que se define como “sistema”, así como también de todo aquello que conforma el entorno del sistema definido.
Bibliografía
1. Highton, Elena I. Álvarez Gladys, “Mediación para resolver conflictos”. Editorial Ad Hoc, Buenos Aires. Año 1998.
2. Calcaterra, Rubén A. “Mediación Estratégica” Editorial Gedisa, Barcelona. Año 2006.
3. Von Bertalanffy Ludwing, “Teoría General de los Sistemas”, Editorial, Fondo de Cultura Económica de España. México. Año 1976.
4. Bianch Roberto “Mediación Prejudicial y Mediación” Artículo publicado en revista Buenos Aires Argentina79, Editorial Zavalía. Buenos Aires. Año 1996.
5. Góngora Rodríguez Roberto, “El proceso formativo de un mediador”. Artículo publicado en Revista Medios Alternos de Resolución de Conflictos. Capítulo IV, Editorial Fundación Universitaria. México. Año 2009.
6. Perrone Emilia, “Modelo Grupal Narrativo de Mediación Familiar”, Artículo Publicado en la Revista Mediadores en Red, Número 11. Editorial Paidos. Buenos Aires. Año 2007.
7. Senge, P. M. “La quinta disciplina”. Ediciones Granica. México. Año 1994.
Notas
* María Drlje, abogada y mediadora especializada en Análisis y Gestión de Conflictos, Magister en Mediación y Negociación, egresada de (IUKB) Institut Universitaire Kurt Bosch, Suiza, 2016.
Coordinadora en el intercambio “multi” “inter” y “transdisciplinarios” con Instituciones de Asistencia Psicológica y Profesionales Independientes. Conforman una red de colaboración a la solución del conflicto familiar con el aporte de otras disciplinas que involucran a la salud mental.
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