JURÍDICO ARGENTINA
Doctrina
Título:Los humedales como instrumento de cooperación en América Latina para el logro de metas de los ODS 2030
Autor:Drnas de Clément, Zlata
País:
Argentina
Publicación:Cuaderno de Derecho Ambiental - Número XII - Humedales
Fecha:01-10-2020 Cita:IJ-I-CMLV-416
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En este trabajo buscamos mostrar que los humedales -en el marco de los ODS 2030- constituyen uno de los hábitats más valiosos y aptos para la cooperación en temas que superan los espacios nacionales, acordar nuevos enfoques frente a la desigualdad y el hambre, para enfrentar la crisis ambiental, las migraciones, la revolución tecnológica y reducir los conflictos transfronterizos.


Palabras-Claves:


ODS 2030 - Humedales - Potencialidades prospectivas.


In this work we seek to show that wetlands -in the framework of the 2030 SDGs- constitute one of the most valuable and suitable habitats for cooperation on issues that go beyond national spaces, to agree on new approaches to inequality and hunger, to face the environmental crisis, the migrations, the technological revolution and to reduce cross-border conflicts.


Keywords:


SDG 2030 - Wetlands - Prospective potentials.


I. Aspectos introductorios
II. La Convención de Ramsar
III. El Sistema de la CR y la Cooperación en América Latina
IV. Iniciativa regional de Ramsar sobre Conservación y Uso Sustentable de la Cuenca del Plata
V. Iniciativa regional de Ramsar para la Conservación y el Uso Racional de Manglares y Corales
VI. Iniciativa regional de Ramsar para la cuenca del río Amazonas
VII. Reflexiones finales y propuestas para la gobernanza
Notas

Los humedales como instrumento de cooperación en América Latina para el logro de metas de los ODS 2030

Zlata Drnas de Clément*

I. Aspectos introductorios [arriba] 

La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, presentó un examen de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) durante la tercera reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible (2019)[1] señalando que su ejecución se encontraba en un punto crítico. Ello, a pesar de que en aquel momento se consideraba que la región había avanzado en forma significativa en materia de indicadores sociales, como la reducción de la pobreza y la desigualdad, si bien, luego se observó un estancamiento[2]. Indudablemente, ese retroceso en la implementación de los ODS se ha agravado sensiblemente a causa de la pandemia de COVID-19. Particularmente, al analizar la Secretaria Ejecutiva proyecciones al 2030 de 20 indicadores de avance en 15 de los ODS en América Latina y el Caribe, manifestó las debilidades existentes para alcanzar las metas de los ODS, entre ellos el ODS 6, el que se ocupa de un elemento esencial, vital y condicionante de la vida humana: el agua[3], recurso que está en la base de prácticamente todos los demás ODS.

Bárcena señaló que es necesario buscar una estrategia para “cooperar en temas que superan los espacios nacionales, acordar nuevos enfoques frente a la desigualdad, la crisis ambiental, migraciones, revolución tecnológica y reducción de los conflictos, que exigen nuevas formas de cooperación multilateral” (el resaltado nos pertenece). Hemos destacado esos términos porque los humedales concentran per se esa estrategia de cooperación multilateral en todas sus dimensiones. Siguiendo el orden de la frase de la Secretaria Ejecutiva de la Cepal que acabamos de referir, podemos señalar que:

*-los humedales superan los espacios nacionales: aun cuando muchos humedales no sean translimítrofes afectan las reservas de agua de otros Estados, su riqueza en peces y aves silvestres, especialmente las migratorias -los peces que nacen en los humedales de un país pueden ser capturados como adultos en los de otro, o en alta mar; la mayoría de las aves acuáticas, migran a miles de kilómetros dos veces al año y necesitan de los humedales de muchos países para descansar, alimentarse y reproducirse-;

*-los humedales son un ámbito natural de lucha contra la desigualdad, ya que, históricamente, han sido lugares desdeñados por considerarse fuente de enfermedades, residencia de parias, aspecto que con gran esfuerzo de las Organizaciones No Gubernamentales/ONG (v.g. UICN, IWRB, WWF, BirdLife, entre otras), Estados, pueblos e individuos se está revirtiendo;

*-los humedales trabajan para mitigar las crisis ambientales, en tanto poco sitios en el planeta realizan un aporte tan valioso a la crisis del cambio climático y a la pérdida de diversidad biológica como los humedales; por ejemplo, las turberas abarcan solo el 3% de las tierras mundiales, pero almacenan el doble de carbono que el conjunto de toda la biomasa forestal mundial[4];

*-los humedales cumplen un rol relevante en materia de migraciones/desplazamientos ambientales, puesto que, por un lado, evitan la emigración de las poblaciones antaño pobres de los humedales mediante desarrollos prósperos en base al aprovechamiento razonable/ecosistémico de su hábitat, y por otro lado, nutren las reservas de agua prestando un apoyo sostenible al aumento de demandas de agua en todos los sectores y áreas, especialmente en los espacios amenazados por la desertificación como consecuencia de la mala gestión del agua, evitando migraciones forzadas por cambio del hábitat;

*-los humedales en su gestión aprovechan los avances tecnológicos especialmente adaptados para ellos, así, ya en la década de los ’60 del siglo pasado, las ONG que trabajaron en la elaboración de la Convención de Ramsar de 1971 relativa a los humedales presentaron documentos sobre los avances tecnológicos en el manejo de humedales y, especialmente, sobre la conciliación de los progresos científico-técnicos con la conservación de los mismos; estudios y aplicaciones en continuo crecimiento hasta la fecha[5];

*-la regulación internacional de los humedales ha preservado a la humanidad de grandes conflictos en tanto la adecuada gestión de los humedales conforme las normas existentes de gestión razonable-ecosistémica concertada ha contribuido a la descompresión de conflictos por el agua en muchas regiones del mundo[6].

Hemos elegido esta gota de océano entre las 179 metas de los ODS: los humedales, no sólo porque 13 ODS y 75 indicadores de los ODS están relacionados a los humedales[7], sino en tanto ellos han sido cobijo por milenios de personas pobres, despreciadas por residir en lugares desvalorizados considerados ámbitos propicios a enfermedades y obstáculo para cualquier forma de desarrollo positivo. Sin embargo, no debe olvidarse que muchas grandes civilizaciones se desarrollaron dentro o en las inmediaciones de los humedales, como es el caso de los reinos mesopotámicos entre el Tigris y el Éufrates, Egipto en el Delta del Nilo, la Macedonia de Alejandro Magno en las marismas del Axio (Vardar), Roma en las marismas pontinas. Ello, sin recordar a numerosas y prósperas ciudades del mundo, como las de los Países Bajos en el delta del Rhin (aun cuando los cursos de agua en el país hayan recibido nombres propios diferentes), Londres, numerosas grandes ciudades de la Hansa alemana (como Lübeck, Bremen, Danzig entre otras), Méjico, Buenos Aires, Recife, etc., situadas en las llanuras aluviales de grandes deltas. También lo hemos hecho porque los humedales por su propia naturaleza son “internacionales” y, además, enlazan riqueza-pobreza, hambre-supervivencia, cambio climático, diversidad biológica, desertificación, agua, ambiente sano, alimentación, salud, bienestar, producción y consumo equilibrados, desarrollo, y -por sobre todo- necesaria cooperación transfronteriza. No por nada, desde la década de los años ’60 del siglo pasado hasta hoy los humedales son llamados “activos líquidos”, “recursos de recursos”[8].

II. La Convención de Ramsar [arriba] 

Hacemos especialmente presente que la Convención de Ramsar (CR) de 2 de febrero 1971 (Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas) constituye el primer instrumento multilateral ambiental moderno, a más de ser hasta hoy el único acuerdo internacional ambiental por el que los Estados limitan sus derechos soberanos sobre su propio territorio para responder a intereses globales. Toda la regulación posee una visión holística ecosistémica a pesar de la época en que fue concebida. No se gestó en el ámbito de las Naciones Unidas, sino que fue logro de la labor incansable durante más 10 años de organizaciones no gubernamentales (ONG) como la UICN y el IWRB, entre otras. Se adoptó en plena y tensa Guerra Fría gracias a una visión superadora de las diferencias políticas en aras de la conservación ambiental en un área de la más alta sensibilidad[9].

Decimos que es el primer instrumento multilateral ambiental moderno[10], ya que cuando comenzaron los primeros intentos organizados de alcanzar un acuerdo internacional sobre humedales y aves acuáticas (1960, Proyecto MAR presentado por Luc Hoffmann a la UICN)[11] recién comenzaba en el plano internacional la denominada Primera Revolución Ambiental[12] iniciada en la década de los ‘60, enfrentando a economistas y ecologistas, los que sostenían posiciones extremas inconciliables. Los primeros, querían poner precio y mercantilizar todas las relaciones humanas, inclusive las vinculadas a los recursos naturales, en tanto, los segundos, pretendieron un statu quo de las políticas de desarrollo en aras de la preservación del medio ambiente[13]. Era una etapa en la que la Organización de las Naciones Unidas aún no se había movilizado por el tema, no se había producido el Informe del Secretario General U Thant titulado “El Hombre y su Medio” (1969), aún no se había llevado a cabo la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Humano (Estocolmo, 5 al 16 de junio de 1972).

Lo consideramos instrumento “moderno” ya que su estructura es la que luego va a marcar los sucesivos instrumentos internacionales multilaterales. Algunos critican a la Convención de Ramsar por ser extremadamente sencilla, primitiva, sin embargo, ese contenido parco fue deliberado, expresa e inteligentemente concertado, ya que, en esos momentos, difícilmente, los Estados hubiesen aceptado o acordado un texto más complejo. En base a esas consideraciones y razonamientos es que se consideró y convino el modelo de tratado a elaborar ya en la Reunión preparatoria de 1966 en Noordwijk (Países Bajos)[14].

Señalamos que es el único convenio multilateral ambiental por el que los Estados limitan sus derechos soberanos sobre su propio territorio en pos de resguardar bienes e intereses planetarios. Si bien,

“(l)a inclusión de un humedal en la Lista se realiza sin prejuicio de los derechos exclusivos de soberanía de la Parte Contratante en cuyo territorio se encuentra dicho humedal” (art. 2.3 CR), “(c)ada Parte Contratante deberá tener en cuenta sus responsabilidades de carácter internacional con respecto a la conservación, gestión y uso racional [ecosistémico] de las poblaciones migradoras de aves acuáticas, tanto al designar humedales de su territorio para su inclusión en la Lista, como al ejercer su derecho a modificar sus inscripciones previas” (art. 2.6 CR), y además, “(l)as Partes Contratantes deberán elaborar y aplicar su planificación de forma que favorezca la conservación de los humedales incluidos en la Lista y, en la medida de lo posible, el uso racional [ecosistémico] de [todos] los humedales de su territorio”; “(c)ada Parte Contratante fomentará la conservación de [todos] los humedales y de las aves acuáticas creando reservas naturales en aquéllos, estén o no incluidos en la Lista, y tomará las medidas adecuadas para su custodia” (art. 4.1); “Las Partes Contratantes celebrarán consultas sobre el cumplimiento de las obligaciones que se deriven de la Convención, especialmente en el caso de un humedal que se extienda por los territorios de más de una Parte Contratante o de un sistema hidrológico compartido por varias de ellas. Al mismo tiempo, se esforzarán por coordinar y apoyar activamente las políticas y regulaciones actuales y futuras relativas a la conservación de los humedales y de su flora y fauna” (art. 5). Todo ello en el marco de la visión preambular que reconoce “la interdependencia del hombre y de su medio ambiente”, que considera “las funciones ecológicas fundamentales de los humedales como reguladores de los regímenes hidrológicos y como hábitat de una fauna y flora características, especialmente de aves acuáticas”, que se declara convencida de que “los humedales constituyen un recurso de gran valor económico, cultural, científico y recreativo, cuya pérdida sería irreparable”[15].

El CR tiene una visión holística, ecosistémica en tanto toda la filosofía de Ramsar gira en torno al concepto de “uso racional” de los humedales, entendido ese uso como el mantenimiento de sus características ecológicas, mediante la implementación de enfoques por ecosistemas, dentro del contexto del desarrollo sostenible[16]. El “uso racional” se refiere no sólo a la conservación y al uso sostenible de los humedales, sino a todos los servicios que proporcionan en beneficio de las personas y la naturaleza[17]. Es decir, se piensa en “su uso sostenible para beneficio de la humanidad de manera compatible con el mantenimiento de las propiedades naturales del ecosistema” [3ª Conferencia de las Partes Contratantes en la Convención de Ramsar (COP3, 1987)]. La percepción holística no sólo se da a nivel de uso sostenible, sino que se refiere también al espectro organizativo del sistema Ramsar ya que, la finalidad de la Convención de promover la conservación y el uso racional de los humedales, contribuye significativamente al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica, el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y otros compromisos internacionales conexos.

La CR nació del esfuerzo de Organizaciones no Gubernamentales, al igual que la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, conocida como CITES por su sigla en inglés (Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora), adoptada en Washington en 1973 para proteger más de 30.000 especies. A tal punto ha pesado ese origen y construcción vía ONG, que la Secretaría de la CR oficia en la sede de la UICN[18]. Ello, a diferencia de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, la que fue aprobada en 1972 por la propia UNESCO, organismo especializado de las Naciones Unidas.

El IWRB y la UICN estuvieron en la propuesta inicial de convenio sobre humedales, en todo su desarrollo por casi diez años, en la adopción de la CR, y en la puesta en marcha de la Convención hasta la fecha. La CR es hija de las ONG. Ese origen muestra cuán eficaz puede ser la acción bien encausada de la sociedad civil a la hora de proteger el ambiente e impulsar la voluntad de los Estados y de las Organizaciones intergubernamentales a ello.

La Guerra Fría no pudo congelar el nacimiento de la CR. El vivo entusiasmo por generar un convenio protector de los humedales y las aves acuáticas mantuvo constancia a través de casi 10 años. Ni siquiera la invasión a Checoslovaquia el 21 de agosto de 1968 por la URSS y otros países del Pacto de Varsovia dirigida a frenar la llamada “Primavera de Praga”, pudo impedir que se alcanzara la Convención sobre Humedales en Ramsar en 1971. Sin embargo, el hecho tuvo fuerte impacto. Luc Hoffmann (Coordinador del Programa de la UICN) tuvo que informar a todos los ministerios y servicios gubernamentales que habían recibido el borrador de la Convención -a tratar en la Reunión de Leningrado- que:

“Como consecuencia de la penetración del ejército de cinco países del pacto de Varsovia en Checoslovaquia, el Gobierno holandés [Estado al que se había confiado la redacción del proyecto de Convención] ha cancelado su participación oficial en el Tercera reunión regional internacional sobre la conservación de los recursos de las aves silvestres, Leningrado, 25 de septiembre al 1 de octubre de 1968”.

Desde la invasión a Checoslovaquia, varios Estados dejaron de participar en las reuniones (entre ellos, Estados Unidos y Canadá a pesar de haber sido pioneros en la materia y en la participación dirigida a la adopción de la convención), por lo que tampoco estuvieron presentes en la Conferencia de Ramsar. Canadá adhirió a la CR en 1981 y EE.UU. recién en 1987 (dieciséis años después de su adopción). Los Países Bajos, si bien participaron de la Conferencia de Ramsar, atento su condición de país redactor del borrador, ratificaron la CR en 1980. Similar situación de compromiso tuvo el Reino Unido por el rol que tenía el británico Geoffrey Mathews en la preparación de la CR (reemplazó a Luc Hoffmann como director del IWRB y como coordinador del Programa dirigido a la adopción de la Convención desde la reunión de Morges-Suiza de 1968). El RU participó en la Conferencia de Ramsar y fue uno de los 7 Estados que ratificaron la CR, permitiendo su entrada en vigor el 21 de diciembre de 1975, de conformidad al art. 10 de la Convención). En la reunión de Leningrado solo unos pocos países estuvieron representados y no se registró ninguna discusión sobre la Convención de Humedales. Puede observarse que, a pesar del disgusto que causó en muchos Estados la invasión a Checoslovaquia por parte de la URSS y otros Estados del Pacto de Varsovia, a pesar de hallarse la Guerra Fría en su apogeo, el deseo de alcanzar un acuerdo sobre humedales y protección de aves silvestres -valor perdurable a alcanzar frente a la contingencia que representaban las desavenencias políticas del momento- supo superar las tensiones en aras de la preservación de un interés superior mundial. Tampoco hoy las diferentes concepciones político ideológicas de los gobiernos en América Latina debieran perturbar las metas comunes en materia de preservación y conservación y uso razonable de estos “activos líquidos” del Sur americano[19].

El CR proporciona el marco ideal para la acción nacional y la cooperación internacional para la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos con visión integradora ambiental, económica y social[20].

III. El Sistema de la CR y la Cooperación en América Latina [arriba] 

El sistema de la CR está imbricado en los ODS, junto a las Metas de Aichi 2020 y las Metas de Ramsar 2024, representando un área propia ideal para la colaboración y la sinergia entre las principales convenciones sobre medioambiente (v.g. Convención sobre Cambio Climático, Convención sobre Diversidad Biológica, Convención sobre Desertificación, Acuerdo sobre Reducción de Riesgos de Desastres, etc.). Desde hace varias décadas la Secretaría Ramsar participa de las COP de otras convenciones ambientales y, a partir de 2020 -dada la condición de Observadora asignada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su período 74 de sesiones de 2019- puede actuar en todos los temas globales que trate el órgano onusiano.

Mucho antes de la adopción de los Objetivos del Milenio (centrados en lo social), mucho antes de la enunciación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (sociales y ambientales), el sistema Ramsar se ocupó de esos objetivos. Desde su mismo nacimiento en 1971 pasó a actuar en el Programa MAB (“El Hombre y la Biosfera” de la UNESCO, MAB según su acrónimo en inglés), programa que combina las ciencias naturales y sociales con miras a mejorar los medios de vida humanos, salvaguardar los ecosistemas naturales y gestionados, promoviendo así enfoques innovadores para el desarrollo económico, social y cultural apropiados y ambientalmente sostenibles. Como señalara James Dean Brown, el concepto de reserva de la biosfera -que está en el centro del programa MAB-concentra en sí el corazón mismo del manejo ecosistémico. MAB ha sido, según él, el primer esfuerzo internacional para llevar adelante el concepto de desarrollo sustentable[21].

Hace más de 25 años, el argentino Delmar Blasco -en su calidad de segundo secretario de la CR (1995-2003)- percibió la posibilidad de utilizar Ramsar como paraguas para proyectos de cooperación internacional que involucraban a Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay con visión integradora de los distintos convenios multilaterales ambientales desde una perspectiva de preservación natural y desarrollo social, sustentada en la concepción de “uso racional” de los humedales[22]-[23].

No deseamos hacer historia de lo desarrollado y logrado en el sistema Ramsar, más bien centrarnos en la actualidad que evidencia la cooperación en América Latina en nuestros días y visualizar propuestas para una mejor gobernanza.

La Secretaría Ramsar no dirige proyectos de conservación directamente sobre el terreno, pero la Convención mantiene tres programas de asistencia financiera para pequeños proyectos (o partes de grandes proyectos) para la conservación y el uso racional de los humedales. El personal de la Secretaría evalúa las propuestas de cada proyecto, hace recomendaciones sobre su idoneidad, realiza el monitoreo y el seguimiento para garantizar la ejecución satisfactoria de los proyectos seleccionados[24].

Diecinueve Iniciativas Regionales de Ramsar (IRR) apoyan la cooperación y la creación de capacidad en las cuestiones relacionadas con los humedales en regiones específicas[25].

Los grupos de Partes Contratantes de la CR de una región, que compartan un objetivo temático común, pueden solicitar la aprobación de una IRR. Las Autoridades Administrativas nacionales a cargo de la aplicación de la Convención en sus países dirigen el desarrollo y las actividades de las IRR, las que les proporcionan -y a menudo también a sus ministros- una plataforma para la colaboración con expertos técnicos y representantes de los órganos intergubernamentales, con las Organizaciones Internacionales Asociadas de Ramsar, con las ONG, con las comunidades locales y las empresas privadas.

Las iniciativas regionales de Ramsar son aprobadas por la Conferencia de las Partes Contratantes, y por el Comité Permanente durante el período entre reuniones de la COP. Esas iniciativas están administradas de forma independiente y no tienen autorización para hablar ni actuar en nombre de la Convención, pero trabajan en estrecho contacto con la Secretaría.

Las repercusiones concretas de que una IRR adopte una estructura jurídica que le confiera una personalidad jurídica nacional varían de un país a otro. No obstante, como regla general, esas entidades tienen mucha mayor capacidad para funcionar como organizaciones autónomas con independencia financiera (y, dependiendo de la legislación local, pueden ser candidatas a recibir donaciones deducibles de impuestos). En algunos casos, esas entidades también pueden solicitar formar parte de una organización no gubernamental internacional (ONG internacional) o acreditarse en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente[26].

Los Lineamientos Operativos estipulan que las IRR se han previsto como “medios operativos para brindar un apoyo eficaz con miras a facilitar la consecución de los objetivos de la CR y su Plan Estratégico en determinadas regiones geográficas, por medio de la cooperación internacional en las cuestiones de interés común relacionadas con los humedales”. Además, aclaran que las IRR deben establecer sus propios mecanismos de gobernanza y asesoramiento, para lo cual es “esencial” contar con el respaldo de un país anfitrión o de una organización intergubernamental anfitriona[27].

Hay dos clases de iniciativas regionales: *centros regionales Ramsar para la formación y la creación de capacidad y *redes para la cooperación regional. Nos interesan en este caso las segundas.

De las quince IRR para 2019-2021, cuatro corresponden a cooperación regional en América Latina:

-Iniciativa regional de Ramsar sobre Conservación y el Uso Sostenible de los Humedales Altoandinos;

-Iniciativa regional de Ramsar sobre Conservación y Uso Sustentable de la Cuenca del Plata;

-Iniciativa regional de Ramsar para la Conservación y el Uso Racional de Manglares y Corales;

-Iniciativa regional de Ramsar para la Cuenca del Río Amazonas[28]

Iniciativa regional de Ramsar sobre Conservación y el Uso Sostenible de los Humedales Altoandinos

Uno de los principales servicios que ofrecen los humedales altoandinos es la provisión de agua, no solamente para el abastecimiento de las comunidades humanas residentes en sus alrededores, sino también para el riego de suelos agrícolas, la generación hidroeléctrica y el consumo humano aguas abajo[29].

Tal como lo señala Wetlands International, la IRR relativa a los Humedales Altoandinos (aprobada en 2006, continuando hasta la fecha) “es una iniciativa dirigida a mejorar el estado de conservación de cinco humedales altoandinos, de gran importancia por su biodiversidad y para los medios de vida de las comunidades locales que dependen de ellos; amenazados principalmente por la contaminación minera, y por el sobrepastoreo de ganado que repercute en la degradación de vegas y bofedales”. La región Altoandina es de importancia estratégica para más de 100 millones de personas de distintas naciones. Ubicados en las nacientes de algunos de los sistemas fluviales más importantes de la región, los humedales altoandinos almacenan y regulan el agua que fluye aguas abajo, proporcionan pastizales para la cría de ganado doméstico, proveen fibra vegetal, alimento y combustible a las comunidades locales, capturan el carbono y representan un patrimonio cultural invalorable. A pesar de su gran valor, las actividades humanas que se vienen realizando durante siglos, junto a la minería y al cambio climático, afectan el equilibrio de la vida en estos ecosistemas y las comunidades que dependen de ellos para su subsistencia. La primera fase de la iniciativa de cooperación peruano-argentina [con el apoyo de ONG, entre ellas, Ecosistemas Andinos ECOAN, Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Fundación YUCHAN y de los gobiernos de los dos países (Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Argentina, Ministerio del Ambiente, Perú, Administración de Parques Nacionales, Argentina, Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), Perú, Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) EEA Abra Pampa, Argentina), INTA IPAF, Argentina, Subsecretaría de Agricultura Familiar (Coordinación Jujuy), Argentina, Ministerio de Ambiente de la provincia de Jujuy, Argentina] se extendió entre el año 2017 y principios del 2019, con distintas experiencias piloto a otras áreas como la Reserva Nacional Lago Junín en Perú (Sitio1) y el Monumento Natural Laguna de los Pozuelos en Argentina (Sitio 2). En esa fase temporal se ha trabajado en ambos sitios, replicando acciones exitosas en otros tres lugares: Carampoma-Marcapomacocha en el Perú (Sitio 3), Salinas Grandes-Laguna de Guayatayoc (Sitio 4) y el Altiplano de Catamarca (Sitio 5), estos últimos, ambos en el noroeste de Argentina.

Entre los logros de la fase 2017-2019 se cuentan:

-Plan de manejo sustentable del pastoreo del ganado adecuado a las características de los sitios Laguna de los Pozuelos y Lago Junín.

-Implementación de mejores prácticas de manejo del pastoreo acordadas con los pobladores locales en 450 ha en el Lago Junín con 2 comunidades involucradas.

-Implementación de mejores prácticas de manejo del pastoreo acordadas con los pobladores locales en 6.040 ha en Laguna de los Pozuelos con 9 comunidades involucradas.

-Las actividades involucraron hasta inicios de 2019 a 270 familias alcanzando 2 comunidades en Lago Junín y 9 comunidades en Laguna de los Pozuelos.

-Plan de manejo y restauración de vegas aplicado en 45 ha en la Laguna de los Pozuelos.

-Plan de manejo y restauración de bofedales aplicado en 32 ha en el Lago Junín.

-Instalación de 2 bombas solares de agua que permiten un manejo eficiente del agua con el compromiso de los productores de cerrar aguadas que se alimentan de la napa freática y constituyen fuentes de perdida de agua por evaporación y de contaminación en Laguna de los Pozuelos.

-Acuerdos con 2 comunidades en el Lago Junín para implementar una técnica de extracción de champa sustentable.

-Limpieza de canales e inmovilización natural de un basural en Lago Junín que permite una distribución eficiente del agua para la conservación de los bofedales.

-Acuerdos institucionales firmados con los administradores de las áreas protegidas (APN en Argentina y SERNANP en Perú) para realizar trabajos de manera coordinada y participativa con la inclusión de las comunidades.

-Incorporación de las actividades realizadas en la fase 1 al Plan de Gestión de la Reserva Natural de Lago Junín y al Plan de Administración de la Reserva de Biosfera de los Pozuelos.

La segunda fase 2019-2021 ha extendido la experiencia especialmente en Argentina. Abarca los siguientes sitios 1. Reserva Nacional Junín y 3. Carampoma-Marcapomacocha (Perú), 2. Reserva de Biosfera Laguna de los Pozuelos (Argentina), 4. Salinas grandes -Laguna de Guayatayoc (Argentina); y 5. Lagunas Altoandinas y Puneñas de Catamarca (Argentina, en zona fronteriza con Chile).

El objetivo de esta fase es recuperar la salud de estos ecosistemas para salvaguardar su biodiversidad única, para resguardar los medios de vida de las comunidades que de ellos dependen y para que puedan seguir regulando el agua y el carbono en beneficio de la sociedad. Se trabaja en el Monumento Nacional y Sitio Ramsar Laguna de los Pozuelos en la provincia de Jujuy, en Argentina, y en la Reserva Nacional y Sitio Ramsar Lago Junín, localizado en los departamentos de Junín y Pasco, en el Perú.

IV. Iniciativa regional de Ramsar sobre Conservación y Uso Sustentable de la Cuenca del Plata [arriba] 

La Cuenca del Plata y su sistema de humedales se extiende a lo largo de más de 3.400 km, desde el Gran Pantanal del Alto Paraguay hasta el Río de La Plata, en un área de aproximadamente 3.100.000 km² [30] con diferentes zonas climáticas. Con un gran flujo hidrológico, esta área constituye el mayor humedal de agua dulce del mundo, perteneciente a cinco países (Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay)[31].

La Iniciativa Regional de Conservación y Uso Sustentable de los Humedales Fluviales de la Cuenca del Plata fue aprobada por el Comité Permanente de Ramsar (SC40) en mayo de 2009 y aún continúa.

Entre los grandes problemas de los humedales de la Cuenca se cuentan: la Hidrovía Paraguay-Paraná, iniciada a principios de los 90, la que involucra varias intervenciones en los ríos Paraguay y Paraná para lograr que sean aptos para el transporte de grandes cargamentos, con posibles daños irreversibles en el sistema de humedales y sus comunidades. Así, en lo que hace a las pequeñas represas hidroeléctricas en el Pantanal en Brasil, el Gobierno de ese país está llevando a cabo la construcción de más de 160 pequeñas represas hidroeléctricas en la cuenca del río Alto Paraguay, en los humedales del Pantanal, siendo su principal amenaza la pérdida de la producción pesquera, una importante fuente de ingresos para los pobladores de la zona, sobre todo pescadores y pueblos indígenas. En lo que hace a la agricultura, la frontera agrícola se está extendiendo cada vez más hacia los humedales, con impactos socioambientales. La promoción de la agroecología se entiende en la IRR permitirá contrarrestar las amenazas de expansión agrícola y mejorar la situación de las comunidades locales y el ambiente, a la vez que contribuirá a la lucha contra el cambio climático y la desertificación en la región. Otro problema es la extracción de arenas silíceas en el río Paraná.

Entre los objetivos de la primera fase de la Iniciativa Ramsar, ya figuraban:

*Promover procesos de conservación y uso sostenible de peces en la Cuenca del Plata (i.a. adopción de modelos de extracción y producción pesquera, criterios de comercialización y pautas de consumo responsables, incluyendo el fomento a la producción local (acuicultura), a la mejora de la calidad de procesos y productos y la reducción de la pobreza; desarrollo integral de las comunidades de pescadores revalorizando el conocimiento tradicional); *Promover la inclusión de estándares de sustentabilidad ambiental y de equidad en la formulación e implementación de políticas de desarrollo de obras de infraestructura y de la industria extractiva con impactos socioambientales regionales (i. a. Información y concientización de la población, sus organizaciones y representantes sobre los impactos sociales y ambientales de las obras de infraestructura y de la industria extractiva en los humedales; información a los actores sociales sobre las instancias y modalidades de incidir y participar en la toma de decisiones);

*Adoptar herramientas y medidas necesarias para la conservación y el uso sostenible de ecosistemas terrestres en los pastizales templados de las Pampas y Campos por parte de instituciones internacionales, gobiernos, empresas y la sociedad civil (i. a. desarrollo de procesos participativos de construcción de propuestas de políticas de ordenamiento ambiental del territorio para los pastizales (estableciendo redes ecológicas que consideren núcleos de conservación y corredores) y aplicación de incentivos a la conservación y uso sostenible del ecosistema);

*Promover la conservación, la conectividad y el uso sostenible de los sistemas de humedales de la Cuenca del Plata en un marco común, con una visión regional internacional (i.a. articulación de los proyectos que se desarrollan en los humedales de la Cuenca del Plata a través de mecanismos de interacción e interconectividad para favorecer las sinergias y la integración regional; identificación y/ o promoción de mecanismos legales e institucionales y financieros para el ordenamiento y gestión sostenible del territorio; creación de nuevas áreas protegidas; mejora en la efectividad de manejo de las áreas protegidas existentes; apoyo a los comités de Gestión de las Reservas de Biosfera, Sitios Ramsar y Patrimonios mundiales promoviendo sinergias en la gestión de las áreas protegidas bajo figuras internacionales);

*Promover la Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH) en la Cuenca del Plata para lograr un desarrollo sustentable, armonizando las variables sociales, culturales, económicas y ambientales, lo que incluye i. a. enfoque ecosistémico, caudal ambiental, adaptación al cambio climático, valoración de servicios ecosistémicos incorporados en la Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH) en cuencas locales, nacionales y transfronterizas internacionales. Los objetivos que se fueron expandiendo a través de los años.

La etapa 2019-2021 busca trabajar con los usuarios de los humedales en su uso sostenible y restauración y en la inclusión de las comunidades locales por parte de cada uno de los países involucrados en las estrategias de planificación. Como objetivo central tiene la vigilancia de todas las actividades.

V. Iniciativa regional de Ramsar para la Conservación y el Uso Racional de Manglares y Corales [arriba] 

Esta IRR, que fue aprobada en 2009 y continúa, agrupa a 14 Estados Contratantes de la CR: Brasil, Costa Rica, Cuba, Salvador, Guatemala, México, Perú, Colombia, Nicaragua, Honduras, República Dominicana, Panamá, Venezuela y Ecuador. Además, han sido invitadas a participar las Organizaciones Internacionales Asociadas de la Convención Ramsar como Wetlands International, Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), BirdLife International (antigua ICBP) y World Wildlife Fund (WWF); así como a otros organismos internacionales relacionados con el tema.

La Iniciativa Regional para el Manejo Integral y Uso Sostenible de los Ecosistemas de Manglares y Corales plantea el desarrollo de una propuesta de Estrategia Regional y Plan de Acción dirigidos a:

a) El desarrollo y la implementación de mecanismos de cooperación regional y técnicas de uso racional de los manglares y corales a través del intercambio de información de estudios de casos y experiencias en cada uno de los países.

b) La participación de las comunidades asentadas en los ecosistemas de manglar, en la gestión de estos ecosistemas, así como de otros actores sociales, territoriales, institucionales y el sector privado.

Las Metas de la iniciativa son:

1. Propiciar la generación e intercambio, entre las Partes Contratantes involucradas del conocimiento de la cobertura y del estado de conservación de los ecosistemas de manglar y corales, a través de inventarios y estudios ecosistémicos.

2. Desarrollar un enfoque regional sobre conservación y uso racional de manglares y corales mediante el fortalecimiento de las capacidades regionales.

3. Promover la revisión, adecuación y armonización de políticas, legislación y regulación de las partes, de manera que propicien y/o garanticen la protección y conservación de los manglares, corales y humedales asociados.

4. Lograr la gestión efectiva de los manglares, corales y sus humedales asociados mediante el manejo integrado de cuencas y zonas marino-costeras, e incorporar medidas de adaptación y mitigación al cambio climático.

5. Desarrollar y fortalecer acciones de comunicación, educación, concienciación y participación (programa CECoP) en los países miembros de la iniciativa, para valorar y evidenciar la importancia estratégica de los manglares, corales y humedales asociados.

6. Impulsar, fortalecer y difundir la investigación básica y aplicada, considerando el conocimiento tradicional, estudios socioeconómicos y de valoración de manglares, corales y humedales asociados, como base para la toma de decisiones que respondan a agendas locales, nacionales y regionales.

La coordinación de la Iniciativa es coliderada por México y Ecuador con el apoyo de la Secretaría de Ramsar.

Entre las actividades desarrolladas en el marco de la IRR informadas por Ecuador, se cuentan:

-La declaración de 18 áreas marino costeras protegidas, la mayoría con humedales, corales y manglares, que suman alrededor de 600 mil hectáreas.

-La adopción de Acuerdos de Uso Sustentable y Custodia del Manglar, herramienta importante para la conservación del ecosistema marino costero que otorga derechos exclusivos de uso a comunidades organizadas ancestrales.

-La entrega de aproximadamente 60 mil hectáreas en custodia a 45 Asociaciones y Cooperativas, en especial para aprovechamiento sustentable y sostenible del cangrejo rojo (Ucides Occidentales) y de la concha prieta (Anadara tuberculosa).

-La aprobación de normativa para la toma de medidas de protección y conservación de los arrecifes y comunidades coralinas.

VI. Iniciativa regional de Ramsar para la cuenca del río Amazonas [arriba] 

Esta IRR fue aprobada en 2016 y participan de la misma Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela. La coordina Colombia, si bien se ha considerado la posibilidad de una coordinación rotativa.

Las áreas de trabajo prioritario, por ejemplo, para Brasil se vinculan a la gobernanza integrada de los sitios Ramsar, en particular, Rio Negro (el tributario más grande de la cuenca amazónica con una cuenca de 12 millones de hectáreas), Yuruá, estuario del Amazonas y sus manglares (una de las formaciones de manglar continuo más grandes del mundo: con más de 8.900 km2distribuidos a lo largo de 700 km, que corresponde al 70% de los manglares de Brasil) y el Archipiélago Fernando de Noronha (archipiélago oceánico con el único manglar oceánico conocido en el Atlántico Sur, que cobija 10 especies de coral en todas las fases de vida de las 28 presentes en Brasil).

En Perú, sólo en la cuenca amazónica de Loreto hay diez tipos de humedales.

En general, el área ahora reconocida como humedales en el Amazonas ha aumentado considerablemente con la llegada de las imágenes satelitales y, dependiendo exactamente de cómo se definen los humedales, hasta 800.000 km2 o el 14% de la cuenca de la tierra baja podrían ser clasificados como humedales. Algunas áreas dominadas por humedales superan los 50.000 km2, como los pantanos dominados por palmeras en las cuencas del Marañón y el Ucayali en Perú y las sabanas de Llanos de Mojos al este de Bolivia en la Cuenca de Madeira. Aunque la llanura inundable del río Amazonas representa menos del 2% de la cuenca del Amazonas, esta cubre un 12% de los humedales de la cuenca. Durante los niveles más altos de agua, se inundan aproximadamente 85.000 km2 de la principal llanura de inundación del río Amazonas. Durante los niveles de agua más bajos, la zona de la llanura inundable disminuye aproximadamente un 45% y consiste principalmente en canales permanentes y lagos. El área de sabana de los Llanos de Mojos, en el este de Bolivia, es el humedal de ese tipo más grande de la cuenca amazónica (92.000 km2). Otros grandes humedales contiguos incluyen la Isla Bananal entre los ríos Tocantins y Araguaia (59.000 km2) y las sabanas Roraima a través de las cuales fluye el río Branco en el norte de Brasil (16.000 km2)[32].

Esta IRR tiene la difícil tarea de programar actividades de conservación y restauración de humedales que son el hogar ancestral de aproximadamente un millón de indígenas (cerca de 400 pueblos diferentes con lengua y cultura propias). Muchos de ellos han tenido contacto con foráneos, pero otros no, lo que complica los modos de acercamiento, diálogo y participación y, con ello el cumplimiento de los objetivos de la IRR.

VII. Reflexiones finales y propuestas para la gobernanza [arriba] 

El sistema del CR se manifestado como factor modelo de gobernanza global y regional. En su especialidad, es gestionador de un modelo de interdependencia aplicable tanto a nivel nacional, como regional y planetario, con perfil multidimensional enlazador de ambiente, economía, sociedad, cultura.

A través de esta breve presentación hemos podido observar cómo los humedales están integrados en la planificación e implementación de los ODS, reflejando la relación entre la conservación, uso racional, restauración de los humedales y la agenda para el desarrollo sostenible. Resulta remarcable que esa visión holística también se hallara presente en la “Declaración de Changwon, Corea sobre el bienestar humano y los humedales” de 2008[33].

Mucho antes de la adopción de los Objetivos del Milenio (centrados en lo social), mucho antes de la enunciación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (sociales y ambientales), el sistema Ramsar se ocupó de esos objetivos. Desde su mismo nacimiento en 1971 el sistema Ramsar pasó a actuar en el Programa MAB (“El Hombre y la Biosfera” de la UNESCO, MAB según su acrónimo en inglés), programa que combina las ciencias naturales y sociales con miras a mejorar los medios de vida humanos, salvaguardar los ecosistemas naturales y gestionados, promoviendo así enfoques innovadores para el desarrollo económico, social y cultural apropiados y ambientalmente sostenibles.

Los informes nacionales de Ramsar hacen un seguimiento relacionado a las metas de los ODS, poniendo el acento en hacer participar a los interesados en todos los niveles para facilitar la integración de la conservación, el uso racional y la restauración de los humedales en las estrategias relacionadas con los medios de vida, garantizado de ese modo la sostenibilidad de los esfuerzos. En particular, ponen el acento en el papel de las comunidades locales e indígenas como un componente fundamental de la sostenibilidad a largo plazo de las intervenciones.

Las Metas Ramsar sobre humedales y aves acuáticas 2016-2024 -al igual que las Metas de Aichi 2020- confluyen con los ODS, representando dentro de su especialidad el ideal de colaboración y sinergia entre las grandes convenciones sobre medioambiente (v.g. Convención sobre Cambio Climático, Convención sobre Diversidad Biológica, Convención sobre Desertificación, Acuerdo sobre Reducción de Riesgos de Desastres), poniendo en evidencia una percepción integradora, deseable para todos los ODS.

Si bien cada una de las Iniciativas Regionales Ramsar tienen su propio proyecto y financiamiento, para un racional y exitoso cumplimiento de objetivos deben aprovechar las oportunidades y sinergias con otros sectores, convenciones y prioridades con visión de “integración” del medio ambiente[34], percepción que tiene sus raíces en la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1972, que primero vinculó a los gobiernos con un conjunto de principios ambientales, para luego ir desarrollando requerimientos de acción y cooperación extra ambientales[35]. Ahora se reconoce que la “integración” proporciona la base para resolver conflictos entre los intereses socioeconómicos y los intereses ambientales (incluida la conservación de la biodiversidad de los humedales y su aprovechamiento razonable). En los últimos años, los proyectos del PNUD sobre biodiversidad han incluido un enfoque específico en la integración de todos los sectores para lograr un resultado equilibrador entre la conservación de los humedales, la biodiversidad, el desarrollo económico y la equidad social. La FAO suele resaltar la diferencia de gestión entre humedales como ecosistemas y humedales como sistemas de producción, sin embargo, ambas dimensiones se hallan presentes en la CR[36].

Una medida importante a tener en cuenta se relaciona con la necesidad de fomentar la colaboración entre los coordinadores nacionales de las diferentes convenciones y los coordinadores de la planificación e implementación de los ODS y, especialmente, de las Oficinas de Estadística, para lograr avances en enfoques basados en paisajes más amplios para la conservación y el desarrollo sostenible en relación con los Sitios Ramsar, como así con otras zonas protegidas como los sitios del Patrimonio Mundial o CITES.

Es necesario fortalecer la financiación para las medidas integradas en los humedales, incluidos los Sitios Ramsar, no solo desde el punto de vista de la biodiversidad, sino también desde la perspectiva del desarrollo sostenible. Los ODS representan una oportunidad para las alianzas de cooperación entre Estados que comparten un mismo ecosistema; para la colaboración y la sinergia entre convenciones; para las labores coordinadas con y de PNUMA, PNUD, FAO y UNESCO, ya que la protección, el uso racional y la restauración de los humedales ofrecen a los gobiernos una vía para reconciliar los numerosos compromisos contraídos con arreglo a los acuerdos sobre el medio ambiente, como la Convención de Ramsar y también la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD) y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD), al tiempo que contribuyen a logro de los ODS.

A nivel poblaciones y comunidades de los humedales, se torna necesario un seguimiento de la reformulación de servicios de los humedales, la manera de optimizar sus aprovechamientos en el marco ecosistémico (determinando patrones de servicios ecológicos para cada humedal), el modo de obtener los mejores réditos en los mercados de sus producidos. Para ello, frecuentemente en comunidades no incorporadas a los avances modernos y a la vida económica, se requiere un “llevar de la mano” a quienes viven del humedal hasta vivenciar todos los pasos de la transformación del bien en recurso de vida.

El uso racional del humedal requiere que las áreas perihumedales tengan actividades económicas permitidas listadas, al igual que precisión de máxima aproximación al humedal en su formulación más expandida, no debiendo permitirse en esas zonas la expansión urbana o industrial[37].

Para alcanzar las metas de los ODS, es necesaria la comunicación estrecha y continuada entre las comunidades del humedal con los distintos niveles de gobierno (local, provincial, nacional, internacional), las organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y el sector académico. Es necesario que la responsabilidad institucional en los distintos convenios de cooperación sea clara, ejecutable y controlable en sus resultados. Ello, independientemente de que promovamos la “integración” del complejo ambiental y social. La integración resulta esencial, en tanto ciertos modelos de conservación de los humedales -como las de Parques Nacionales- son en esencia prohibitivos de actividades, en tanto las Reservas de la Biosfera o las IRR concilian la conservación de la biodiversidad con su uso sostenible y el desarrollo[38]. Ninguna actividad o desarrollo desgajada puede alcanzar la plenitud de labor cohesionada que ofrece la visión integradora normativa (internacional, nacional, local), institucional (generadores y gestores de programas para los humedales) y social (participación de todos los involucrados).

Todos los sistemas de los convenios internacionales multilaterales ambientales vinculados a humedales, todos los entendimientos con UNESCO, PNUMA, PNUD, FAO han señalado su compromiso con los logros de los ODS y sus metas. Las Administraciones Nacionales de la CR, de conformidad al sistema Ramsar, a más de identificar las prioridades nacionales, sirven de base relevante para la implementación de acciones coordinadas para el logro de las metas Ramsar, que -en definitiva- son las metas de los ODS[39], ODS que -al igual que el modelo Ramsar- deberían alejarse de cualquier sello político para alcanzar con plenitud sus objetivos de modo perdurable[40].

 

 

Notas [arriba] 

* Doctora en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Profesora Emérita de la Universidad Nacional de Córdoba y de la Universidad Católica de Córdoba. Miembro de Número de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba. E-mail: zlata1@fibertel.com.ar

[1] De conformidad a la Resolución 700 (XXXVI), de la CEPAL (México, 2016) se creó el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible como mecanismo regional para el seguimiento y examen de la implementación y seguimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Posteriormente, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas hizo suya la creación del Foro mediante la aprobación de su resolución 2016/12 (https://foroalc2 030.cepal.org/ 2019/es).
[2] BÁRCENA, Alicia et al. (Coords.) Informe de avance cuatrienal sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe, CEPAL Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, 2019, p.10.
Metas del ODS 6: *Para 2030, lograr el acceso universal y equitativo al agua potable, a un precio asequible para todos; *Para 2030, lograr el acceso equitativo a servicios de saneamiento e higiene adecuados para todos y poner fin a la defecación al aire libre, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas y las personas en situaciones vulnerables; *Para 2030, mejorar la calidad del agua mediante la reducción de la contaminación, la eliminación del vertimiento y la reducción al mínimo de la descarga de materiales y productos químicos peligrosos, la reducción a la mitad del porcentaje de aguas residuales sin tratar y un aumento sustancial del reciclado y la reutilización en condiciones de seguridad a nivel mundial; *Para 2030, aumentar sustancialmente la utilización eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez de agua y reducir sustancialmente el número de personas que sufren de escasez de agua; *Para 2030, poner en práctica la gestión integrada de los recursos hídricos a todos los niveles, incluso mediante la cooperación transfronteriza, según proceda; *Para 2020, proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, incluidos los bosques, las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos; *Para 2030, ampliar la cooperación internacional y el apoyo prestado a los países en desarrollo para la creación de capacidad en actividades y programas relativos al agua y el saneamiento, incluidos el acopio y almacenamiento de agua, la desalinización, el aprovechamiento eficiente de los recursos hídricos, el tratamiento de aguas residuales y las tecnologías de reciclaje y reutilización; *Apoyar y fortalecer la participación de las comunidades locales en la mejora de la gestión del agua y el saneamiento.
[4] V. i.a. https://www.une nvironment.org/es/n oticias-y-rep ortajes/reportajes/ las-turberas-pode rosas-ali adas-contra-el -cambio-climatico
[5] V. MATTHEWS, G.V.T. The Ramsar Convention on Wetlands: its History and Development, segunda ed., Ramsar Convention Bureau, Gland-Switzerland, 2013, p. 15 y ss.
[6] V.DRNAS DE CLÉMENT, Zlata. “Relación entre las Naciones Unidas y la Convención de Ramsar”, Cuaderno de Derecho Ambiental, Vol. XI (2020), Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba (en preparación) (obtenible en www.acaderc.org.ar).
[7] ODS 1 - FIN DE LA POBREZA. Los medios de subsistencia de más de 1.000 millones de personas dependen de los humedales (principalmente en los países en desarrollo). Sus pueblos obtienen la mayor parte de su proteína animal de los humedales. La pesca en humedales es un componente importante de las economías nacionales. Al menos 35 millones de personas en el mundo directamente viven de la pesca y la acuicultura en los humedales. Más del 70% de los productos acuáticos provienen de estimaciones de que solo los humedales costeros aportan 34 mil millones de dólares de productos acuáticos cada año, y la industria pesquera crea un volumen anual de comercio internacional de 55 mil millones de dólares. Por ejemplo, durante años, los pueblos indígenas en Perú han utilizado recursos de la Laguna de Salinas y la Laguna del Indio, sitios Ramsar ubicados a una altura de 4000 m sobre el nivel del mar. Si estos ecosistemas desaparecen, los recursos de los que viven, desaparecerán. ODS 2 - HAMBRE CERO. El arroz, que se cultiva en arrozales de los humedales, es el principal alimento de 3.500 millones de personas. Considerando las varias especies que se encuentran en los humedales, tales como insectos, moluscos, cangrejos y camarones, los humedales son un componente esencial de la seguridad alimentaria de muchas comunidades rurales. Hace más de veinte años que los habitantes de los humedales e interesados han tomado conciencia de que las larvas de peces, camarones, langostas y otras especies que se encontraban en los manglares y pantanos eran parte de la cadena alimentaria más allá del propio humedal y que su destrucción o daño rompe esa cadena, afectando recursos esenciales y fuentes de supervivencia. ODS 3 - SALUD Y BIENESTAR. La mitad de los turistas internacionales eligen a sabiendas o no zonas de humedales, especialmente zonas costeras y termales, lo que impacta en el ODS 8. ODS 6 - AGUA LIMPIA Y SANEAMIENTO. Casi todo el consumo de agua dulce del mundo es directa o indirectamente dependiente de los humedales. Se estima que al menos 1.5-3 mil millones de personas en el mundo dependerá de los humedales directamente para obtener agua potable en unas décadas. Las enfermedades relacionadas con el agua y la falta de acceso a agua potable provocan 3,5 millones de muertes cada año en el mundo. 2.000 millones de personas todavía no cuentan con acceso a agua potable, y millones más no disfrutan de este servicio en sus hogares (www.isagua.es). Los humedales también proporcionan un filtro natural del agua. La vegetación de los humedales captura nutrientes, contaminantes y sedimentos, limpiando el agua y mejorando su calidad. Los enfoques a escala de las cuencas ofrecen un marco adecuado a sistemas-ecosistemas. Por ejemplo, en el Brasil, el río Paraná suministra gran parte del agua potable de San Pablo. Ante la disminución de la calidad del agua debido a la deforestación de la Mata Atlántica y el desecamiento de humedales un proyecto de pagos por los servicios de los ecosistemas de TNC (The Nature Conservancy) dio lugar a que los principales usuarios del agua, tales como empresas de suministro de agua e industrias, paguen una tarifa destinada a ofrecer apoyo a los agricultores y criadores de ganado para plantar árboles a lo largo de las zonas ribereñas de las cabeceras del río. ODS 7 - ENERGÍA ASEQUIBLE Y NO CONTAMINANTE. El manejo sostenible aguas arriba permite proveer energía asequible y no contaminante. Numerosas fuentes de energía limpia, como la solar, eólica y termal se encuentran en los humedales. ODS 8 - TRABAJO DECENTE Y CRECIMIENTO ECONÓMICO. Los humedales proporcionan 266 millones de puestos de trabajo en turismo y viajes relacionados con los humedales. Los humedales contribuyen a esta meta suministrando servicios valiosos para la agricultura y la producción industrial, tales como reciclaje de nutrientes, protección contra las inundaciones y filtración del agua que, de otro modo, deberían realizarse por medio de procesos de ingeniería, a un costo financiero mucho más elevado y contaminante. ODS 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES. Los humedales saludables mitigarán el riesgo de carencias a cerca de 5 billones de personas con acceso limitado al agua para el 2050. Para el año 2050 se espera que al menos un 25% de la población mundial viva en un país afectado por escasez crónica y reiterada de agua dulce. La sequía afecta a algunos de los países más pobres del mundo, recrudece el hambre y la desnutrición enlazando ODS. ODS 11 - LOGRAR QUE LAS CIUDADES Y LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS SEAN INCLUSIVOS, SEGUROS, RESILIENTES Y SOSTENIBLES. Los desastres relacionados con el agua representaron el 90 % de todas las catástrofes de los dos últimos decenios. Las soluciones basadas en la naturaleza, como los arrecifes de coral, los manglares y las marismas de agua salada, proporcionan una protección de bajo costo para las costas, reduciendo la altura y fuerza de las olas, disminuyendo las mareas de tempestad y absorbiendo parte del agua excedente. Debe tenerse en cuenta que el 50% de las principales ciudades del mundo están situadas dentro de los 50 km de las costas, detentando densidades demográficas 2,6 veces más elevadas que las zonas continentales. Por otra parte, las ciudades también han invadido las tierras costeras, destruyendo las barreras de protección natural con serios riesgos de desastre cuando la naturaleza recobra espacios y el cambio climático alimenta tornados, huracanes, tsunamis de modo sorprendentemente frecuente y feroz. ODS 12 - PRODUCCIÓN Y CONSUMO RESPONSABLES. Las zonas de humedales, gestionadas en forma adecuada, pueden prestar un apoyo sostenible al aumento de demandas de agua en todos los sectores. Si bien los humedales del hemisferio Sur se estima que mantienen aún gran parte de su biodiversidad original, el deterioro cada vez mayor se va sintiendo, así, algunos mallines patagónicos presentan daños por desecamiento, ganadería, contaminación, introducción de especies foráneas que provocan la disrupción de la ecología originaria. ODS 13 - ACCIÓN POR EL CLIMA. Tal como lo señaláramos, las turberas abarcan solo el 3% de las tierras mundiales, pero almacenan el doble de carbono que el conjunto de la biomasa forestal mundial. Los humedales crean climas más moderados en tanto son importantes reguladores del ciclo del agua (enfrían de 1 a 3 grados el entorno). ODS 14 - VIDA MARINA Y SUBMARINA. Los océanos saludables y productivos dependen del buen funcionamiento de humedales costeros y marinos. Casi la mitad del planeta (3.000 millones de personas) dependen de los recursos marinos como su fuente principal de proteínas. Este objetivo, que reconoce la importancia de los recursos marinos, tiene por finalidad principal reducir la contaminación, gestionar y utilizar sosteniblemente los ecosistemas costeros, reducir la pesca excesiva y conservar las zonas costeras y marinas. ODS 15 - VIDA DE ECOSISTEMAS TERRESTRES. El 40% de todas las especies del mundo viven y se reproducen en humedales. Los pantanos y marismas mantienen alrededor de 126.000 especies de agua dulce. Esta cifra representa un 9,5% del total de las especies de fauna, un número significativamente alto si se considera que los cuerpos de agua dulce (lagos, ríos, acuíferos, etc.) abarcan alrededor del 0,01% de la superficie total del planeta. Los humedales involucran casi la mitad de los servicios ecosistémicos que proveen todos los ecosistemas terrestres (https://www.los andes.com.ar/ article/view/?slu g=humedales- ecosistemas-e strategicos-en-el -ordenamiento-t erritorial). ODS 16 - PAZ, JUSTICIA E INSTITUCIONES SÓLIDAS. El manejo efectivo de los humedales transfronterizos -al igual que sus cuencas hídricas compartidas con otros Estados- contribuye a la paz y seguridad internacionales. Además, la escasez de agua desestabiliza aún más las relaciones conflictivas de distintas sociedades, haciendo que tengan menor capacidad de resolver las disputas de manera consensuada (V. https://www. ramsar.org/sit es/default/files/ documents/library/w etlands_sdgs_s.p df).
[8] V. DRNAS DE CLÉMENT, Zlata. “Relación entre las Naciones Unidas y la Convención de Ramsar”, ob. cit.
[9] El 2 de febrero de 1971, en oportunidad de la adopción de la CR, a los fines de alcanzar consenso, varios países hicieron concesiones, retiraron propuestas, se abstuvieron de votar para lograr el objetivo de alcanzar una convención tan esencial y señera en materia ambiental. Esos países pertenecían tanto al sistema capitalista occidental, como al marxismo, pero supieron -a pesar de las tensiones que había dejado la invasión de la URSS y otros Estados del Pacto de Varsovia a Checoslovaquia en 1968, tomar conciencia de la existencia de valores superiores y extrapolíticos que los unían, que debían hacer prevalecer. V. MATTHEWS, G.V.T. The Ramsar Convention on Wetlands: its History and Development, ob. cit., pp-25-28.
[10] En la actualidad, cuenta con 170 Estados Parte. Entre los latinoamericanos se cuentan: Argentina (04.09.1992), Bolivia (27.10.1990), Brasil (24.09.1993), Chile (27.11.1981), Colombia (18.10.1998), Costa Rica (27.04.1992), Cuba (12.08.2001), El Salvador (22.05.1999), Guatemala (26.101990), Honduras (23.10.1993), Méjico (04.11.1986), Nicaragua (30.11.1997), Paraguay (07.10.1995), Perú (30.03.1992), República Dominicana 15.09.2002), Uruguay (22.09.1984), Venezuela (23.11.1988).
[11] Es necesario tener en cuenta que ya se formaron organizaciones no gubernamentales de protección de las aves conexas a humedales en 1889 para alcanzar la primera federación internacional en 1922 con la creación del Consejo Internacional para la Protección de las Aves (ICBP según su acrónimo en inglés). En realidad, se trataba de la primera organización internacional de conservación del mundo, como el reconocido zoólogo sueco Kai Curry-Lindahl resaltara décadas después (14th. Session of the General Assembly of IUCN and 14th Session IUCN Technical Meeting, Ashkhabad-USSR, 26 September-5 October 1978, Proceedings, IUCN, Morges, 1979, p. 98). V. infra Nota 19.
[12] Uno de los hechos impulsores de la oleada ambientalista lo constituyó la obra de Bertrand RUSSELL titulada “Has Man a Future?”, publicada por Allen and Unwin, en Nueva York en 1961. Este trabajo puso
el acento en la autodestrucción de la humanidad a través del deterioro de sus recursos de supervivencia. No o menos impactantes fueron los aportes de Jean DORST, al publicar “Before Nature Dies” (1965) y los de Rachel CARSON en relación a la extinción de las aves en su “Silent Spring” (1968). Cf. DRNAS DE CLÉMENT, Zlata. “Concepto y elementos jurídicos del desarrollo sostenible”, Anuario Argentino de Derecho Internacional, Vol. VIII, 1998, pp. 163 y ss. (obtenible en http://www.a caderc.org.a r/doctrina/art iculos/artdes arrollososten ible).
[13] El período de reconstrucción masiva iniciado tras la Segunda Guerra Mundial, llevó a un desarrollo expandido que hizo notorios los daños producidos por el ser humano a los equilibrios fundamentales de la biosfera (V. KISS, A.- Droit International de l’ environnement, Pedone, París, 1989; GONZÁLEZ CAMPOS, J. D. y otros- Curso de Derecho Internacional Público, Beramar, Madrid, 1992, p. 711 y ss.).
[14] CARP, Erik. A Directory of Western Paleartic Wetlands, UNEP-IUCN, Gland-Suiza, 1980, p. 3. V. asimismo, Proceedings of the Second European Meeting on Wildfowl Conservation, Noordwijk aan zee 1966, IWRB, 1967.
[15] Esta referencia nos recuerda las expresiones del conde Leon Lippens de Bélgica referidas en el prefacio de “Activos Líquidos”: "es tan estúpido drenar nuestras grandes marismas, con su riqueza de vida salvaje, como demoler la Catedral de Chartres para plantar papas” (Liquid Assets, UICN / IWRB, 1965, p. 2; V. POSTEL, Sandra. Liquid Assets: The Critical Need to Safeguard Freshwater Ecosystems, Ed. Mastny, State of de World Library, 2005, p. 85; MATTHEWS, Geoffrey. Ob. cit. p. 9).
[16]Se ha definido a los ecosistemas como el complejo de comunidades vivas (incluidas las comunidades humanas) y del medio ambiente no vivo (componentes de los ecosistemas) que interactúan (a través de procesos ecológicos) como una unidad funcional que proporciona, entre otras cosas, una variedad de beneficios a los seres humanos (Servicios de los Ecosistemas) (V. Manuales Ramsar. Manual 1. Uso Racional de los Humedales, 2018, p. 11 (https://www.rams ar.org/sites/def ault/files/docum ents/pdf/lib/h bk4-01sp. pdf).
[17] El uso racional de los humedales en su concepción actualizada es el mantenimiento de sus características ecológicas, logrado mediante la implementación de enfoques por ecosistemas, dentro del contexto del desarrollo sostenible. La frase “dentro del contexto del desarrollo sostenible” señala que, si bien es inevitable que se lleven a cabo actividades de desarrollo en algunos humedales, y que muchas de esas actividades generan importantes beneficios para la sociedad, estas deben emprenderse de manera sostenible, en aplicación de los enfoques elaborados por la Convención, por lo que no puede darse por sentado que el “desarrollo” es un objetivo para todos los humedales (Ibidem, p. 17). 
V. https://www.ram sar.org/es/ac erca-de/uso-r acional -de-los-hum edales; PRITCHARD, Dave (Ed.). “Managing Wetlands”, Ramsar for the Wise Use of Wetlands, Vol. 18, IUCN Gland-Suiza.
[18] La UICN (llamada ahora Unión Mundial para la Conservación, pero manteniendo el mismo acrónimo, IUCN en inglés) fue fundada en octubre de 1948, en el marco de una conferencia internacional llevada a cabo en Fontainebleau, Francia. Su sede actualmente está en Gland, Suiza (la misma pequeña ciudad suiza de apenas 14.000 habitantes donde funciona el Fondo Mundial para la Naturaleza (Worl Wildlife Found/WWF), también organización no gubernamental creada en 1961. La UICN es la organización medioambiental más grande del mundo, con más de 1.200 miembros gubernamentales y no gubernamentales, además de unos 11.000 expertos voluntarios en más de 160 países. Para su labor, la UICN cuenta con el apoyo de un personal compuesto por más de 1000 empleados, repartidos en 45 oficinas, y cientos de asociados de los sectores público, no gubernamental y privado de todo el mundo. Debe tenerse en cuenta que el IWRB (International Wildfowl Research Bureau) -socio de la UICN-), tuvo un papel central en la creación de la Convención, pero no pudo ser sede porque recién en 1973 obtuvo "personalidad jurídica".
[19] Es frecuente escuchar en estos últimos tiempos expresiones tales como: “sin un cambio del estilo de desarrollo no se alcanzarán las metas de los ODS”; “las políticas para la igualdad, la inclusión y el crecimiento son imprescindibles”, etc., las que se enmarcan en una visión político-ideológica, actuando de modo disgregante. Por nuestra parte, creemos que son posiciones de “deseo” ingenuas, ya que importan desconocer 2500 años de confrontación histórica entre paradigmas opuestos, enfrentamiento perpetuamente reinstalado (V. DRNAS DE CLÉMENT, Zlata. Los Paradigmas ideológicos y la Concepción del Derecho Internacional, Advocatus, Córdoba, 2020, passim¸ obtenible en www.derecho .unc.edu.ar). Seguramente ejemplos de comportamiento interestatal conciliador como el que evidenció la adopción de la CR le harían mucho bien a la humanidad y a su futuro.
[20] SECRETARÍA DE LA CONVENCIÓN DE RAMSAR, Cooperación internacional: Lineamientos y apoyo para la cooperación internacional con arreglo a la Convención de Ramsar sobre los Humedales, volumen 20, parte integrante de Manuales Ramsar para el uso racional de los humedales, Gland (Suiza), 2010 (https://www.ramsa r.org/sites/def ault/files/doc uments/pdf/lib /hbk4-20sp. pdf).
BROWN, J. D. “The integration of Man and the Biosphere”, The Georgetown Int’l Law Review, Vol. 14, p. 77.
Visita de Ramsar a Sudamérica (https://www.ram sar.org/new s/secretary -general-pays -visit-to-so uth-america).
Es de observar que ya en ese momento (1997), el valor en dólares de los ecosistemas naturales era de 33 mil millones de dólares, de los cuales el 45% o sea $ 14.9 mil millones correspondían al ecosistema de humedales (V. Interview with Margarita Astrálaga, Ramsar Convention Adviser for the Americas, Date: April, 2006; Interviewed by: Katiana Murillo, Rainforest Alliance (https://www.r amsar.org/es/ node/3 7617).
Ello, independientemente de la Iniciativa Humedales para el Futuro, financiada por el Departamento de Estado y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, que apoya pequeños proyectos de creación de capacidad en América Latina (V. https://www.ram sar.org/es/a ctividad/inv ersion-en-los-h umedales) (V. https://www.ram sar.org/ es/nuevas/fond o-humedales -para-el-futuro-celebran do-20-anos-de-co nservacion-y-u so-racional-d e-los). Suiza también financia iniciativas Ramsar, pero no en América Latina.
V. https://www.ramsar .org/es/activi dad/iniciativa s-regionales- de-ramsar
[26] V. Examen de la condición jurídica de las iniciativas regionales de Ramsar y de las repercusiones para la Convención, CR, SC55 Doc.9.
[27] Ibidem.
[28] Parcialmente, también abarca a AL la Iniciativa regional de los Humedales del Caribe (CariWet).
[29] Los Humedales altoandinos. Ecosistemas estratégicos y frágiles que ofrecen servicios ambientales para millones de personas (http://awsassets.pand a.org/download s/los_humed ales_altoan dinos_es.pdf).
[30] CR. Estrategia para la Conservación y Uso Sustentable de los Humedales Fluviales de la Cuenca del Plata. Marco Estratégico, Iniciativa Regional, Humedales Fluviales de la Cuenca del Plata (https://www.arg entina.gob.ar/ sites /default/file s/documento_ estrateigico_-_cuen ca_del_pl.pdf).
[31] V. https://farn.org.ar/iafo nline2020/a rticulos/6-2-ley-d e-humedales-y-gober nanza-am bient almente-suste ntable-y-so cialmente-responsable- para-la-cuenca- del-plata/
[32] (V. www.agasam azonicas.org).
[33] La Declaración está escrita en forma de mensajes sustantivos dirigidos a los responsables de la adopción de decisiones de otros sectores (esto es, distintos de los humedales), sectores cuyas actividades afectan a la conservación y al uso racional de los humedales y al mismo tiempo dependen de que los humedales se mantengan sanos, y en ella se reconoce que esta realidad todavía no parece comprenderse ampliamente. La Declaración fue concebida para que todos pudieran recurrir a ella y utilizarla a todas las escalas, desde la local a la internacional. Cinco son los mensajes: *Agua y humedales, *Cambio climático y humedales, *Medios de subsistencia de las personas y humedales, *Salud de las personas y humedales, *Cambios en el uso de la tierra, biodiversidad y humedales (Manual 1 Uso racional de los humedales Conceptos y enfoques para el uso racional de los humedales, Secretaría Ramsar, Gland (Suiza), 2010 (https://www.ra msar.org/sites /default/files/ documents/pdf /lib/hbk4- 01sp.pdf).
[34] V. al respecto, YINFENG, Guo. Status of mainstreaming biodiversity: experience of the United Nations Development Programme, Cap. 5, UNDP China.
[35] El principio de “integración” se encuentra en el Art. 6 del Convenio sobre la Diversidad Biológica de 1992, el que se utilizó explícitamente en la Declaración Ministerial de La Haya de 2002 de la COP VI, que afirma que la conservación de la biodiversidad solo podrá tener éxito cuando se integre en todos los sectores del ambiente y de la producción.
[36] Los humedales tienen importantes funciones económicas, como la producción de cultivos (por ej. arroz) y hortalizas; como fuente de material para cubrir techos, fabricar cercas y tejer cestos; pesca; como lugar de obtención de agua y zonas de pastos para el ganado durante la estación seca. Los servicios debidamente gestionados según las características de cada humedal, permitirán la prosperidad de las comunidades de los pantanos.
[37] Muchas veces, los problemas de contaminación de los humedales provienen de fábricas de pescado que se instalan en la zona, u otros emprendimientos contaminantes como actividades agrícola-ganaderas (uso de agroquímicos, falta de higiene de criaderos de cerdos, aves y otros animales, etc.). El crecimiento poblacional no debidamente gestionado y la infiltración de aguas residuales suelen destruir al humedal y a la fauna dependiente.
[38] V. por ejemplo Administración de Parques Nacionales. Monumento natural Laguna Los Pozuelos, Plan de Gestión de APN 2019-2024 (https://sib .gob.ar/arch ivos/PG_PO_ 20192024.pdf).
[39] CEPAL. Guía Metodológica: Planificación para la implementación de la Agenda 2030 en América Latina y el Caribe, 2018 (https://reposito rio.cepal.o rg/bitstream /handle/1136 2/43963/4/S18 00556_es.pdf)
[40] Es una ingenuidad intelectual buscar hacer prevalecer ciertas concepciones políticas por sobre otras a la hora de concebir y gestionar el desarrollo sustentable, ya que ello es ámbito propicio para el conflicto perpetuamente reinstalado, lo que no hará más que impedir que los ODS puedan alcanzarse (V. nuestro trabajo Los paradigmas ideológicos y la concepción del Derecho internacional, ed. Advocatus, Córdoba, 2020 p. 141 y ss., obtenible en https://www.ac aderc.org.ar /wp-content/blog s.dir/55/files/site s/55/2020/0 6/LOS-PARADIGMAS-IDE OL%C3%9 3GICOS-drnas -de-clem ent.pdf). Es por ello que durante este breve trabajo destacamos, en el ámbito de la Convención de Ramsar el rol contemporizador de los Estados -a pesar de su posición política contrapuesta en tiempos de plena Guerra Fría- para poder alcanzar el acuerdo global sobre humedales.



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